«Lo último que me habían dicho era que el visado estaría para dentro de dos meses, de aquí que me haya sorprendido tanto la llamada anunciando que ya está», explicó el viernes Ibrahima Pouye, padre de Mohamed.

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Ibrahima Pouye, un margalidà de origen senegalés, recibió el viernes por la mañana una llamada mientras trabajaba en una obra cerca de Santa Ponça. Era un empleado del Consulado español en Dakar que le quería comunicar que el visado de Mohamed, uno de los hijos de Ibrahima, ya estaba listo y que podía pasar a recogerlo. «Justo ahora me acaban de llamar», relató Ibrahima a este diario.

La expedición del visado pondrá fin a cuatro meses de angustia familiar. En diciembre, coincidiendo con la Navidad, Ibrahima se desplazó con su esposa y sus dos hijos al Senegal para pasar las vacaciones, pero únicamente pudieron regresar a Mallorca tres de los cuatro miembros de la familia: el primogénito, Mohamed, de solo 13 años, se vio legalmente obligado a permanecer en el país africano al no disponer de un permiso que le permitiera cruzar la frontera española.

A lo largo de estos cuatro meses, Mohamed ha estado en casa de su abuela, en Dakar. Su padre explica que cuando viajó a Senegal en Navidad sabía que Mohamed podría tener algún problema con el papeleo, pero que estaba convencido de que lo podrían solucionar en el Consulado. No fue así: la legislación sobre extranjería primero y la burocracia consular después han impedido que el joven pudiera regresar a Mallorca, con los efectos para la familia que de ello se derivan.

«Lo último que sabía es que el visado tardaría dos meses»

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«Lo último que me habían dicho era que el visado estaría para dentro de dos meses, de aquí que me haya sorprendido tanto la llamada anunciando que ya está», explicó el viernes Ibrahima Pouye, padre de Mohamed.

Malestar

El regreso frustrado del joven ha causado malestar en Santa Margalida. Joana Llull, regidora de Serveis Socials, explicó que el Consistorio se puso a disposición de la familia para interceder ante el Consulado español en Dakar. Fuentes del Govern explicaron asimismo que el director general de Relacions Institucionals hizo una gestión ante el mismo Consulado para desencallar el regreso de Mohamed.

Pero donde posiblemente más malestar ha causado la situación del joven es en el instituto de Secundaria de Santa Margalida, el centro en que cursa sus estudios. Así, la Assemblea de Docents emitió ayer un comunicado –antes de que se conociera que el Consulado había expedido el visado y el proceso por fin se ha desencallado– criticando que el joven permanezca separado de su familia y sin poder ejercer el derecho a recibir educación. La Assemblea de Docents reclamaba asimismo a la Conselleria d’Educació que intercediera para encontrar una solución.