Según ha detallado en un comunicado este viernes el Govern, el proyecto supone una inversión de 1,1 millones de euros, en dos anualidades. Una de 418.288 euros para el 2018 y otras de 697.147 euros para el 2019.
La previsión es que las obras de la futura lonja empiecen el próximo mes de octubre, con el fin de no interferir en la temporada turística, y que esté disponible antes del verano de 2019.
El proyecto de la lonja ha sido posible después de que Ports IB haya rescatado más de 4.300 metros cuadrados de terreno que tenía cedidos en concesión para destinarlos ahora a uso público.
El edificio tendrá tres áreas diferenciadas: una zona para la actividad de pesaje y venta; un almacén de redes para los pescadores; y una oficina, vestuario y baños. La zona que separa el área de venta del resto estará diferenciada con un pasillo de acceso al aire libre.
La actuación se complementa con la adecuación de un aparcamiento público en superficie que delimitará el área con el comienzo de la zona de concesión.
Asimismo, el proyecto incluye un tratamiento paisajístico con buganvillas en la entrada y un bosque virtual de palmeras washingtonias en la zona del aparcamiento, que, a su vez, servirán para dar sombra.
Con respecto a la instalación del alumbrado, Ports IB modificará todo su sistema, cambiará la red de baja tensión e instalará nuevas torretas de conexión al suministro eléctrico de los barcos del puerto.
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