En una asamblea celebrada el pasado jueves, los empleados acordaron con la empresa paralizar la producción «de forma ordenada»; es decir, a medida que se fueran agotando los stocks de materias primas disponibles. Primero se debía parar el molino de clínker, a continuación el horno y, finalmente, el molino de cemento.
La paralización de la actividad se debe al conflicto entre empleados y empresa causado por el anuncio del cierre de la planta y un Expediente de Regulación de Empleo (ERE), que afectaría a la totalidad de la plantilla, más de un centenar de personas.
A las 16 horas, los trabajadores han protagonizado una protesta ante las puertas de la fábrica:
Concretamente, unos 50 empleados de la cementera se han concentrado en la tarde de este lunes a las puertas de la fábrica para manifestar su rechazo al cierre de la planta que la multinacional CEMEX anunció la semana pasada. Los trabajadores exhibían pancartas con distintos lemas como «Cemex, cierre a traición», «Mallorca necesita industria», «250 familias sin trabajo» o «Fight the power».
«Nos sentimos traicionados. Hemos luchado durante años por esta empresa y ahora nos dicen que cierran y nos echan a la calle sin un motivo económico concreto«, señaló Toni Coll, un llosetí que lleva 36 trabajando en la cementera. «Mallorca necesita industria. El cierre de CEMEX tendrá un impacto enorme. Yo probablemente podré recolocarme en otro sector, pero la gente mayor lo tendrá mucho más difícil», valoró Pep Lluís Muñoz, otro joven empleado.
A las 16.30 estaba convocada una reunión entre el conseller de Treball, Iago Negueruela, y el alcalde de Lloseta, Chema Muñoz, con el director de CEMEX en España para tratar sobre posibles «alternativas» al cierre.
3 comentarios
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Yo ahora me preguntaría cómo están otros frentes como la depuradora de Palma, las fábricas de piel de Inca o los depósitos de combustibles de al lado de Son Ferriol.
Esperemos que no la reabran luego, abocando a nuestra atmósfera tanta suciedad.
Una buena noticia para el medio ambiente de Mallorca.