La iglesia de la Cala Sant Vicenç ha dejado de ser un lugar sagrado. El Bisbat de Mallorca ha desconsagrado el templo en plena polémica sobre el imparable estado de degradación del edificio que cerró sus puertas en 2008 ante el riesgo de desprendimientos.
El Ajuntament y el Bisbat no han logrado en todos estos años cerrar un acuerdo que permita salvar la iglesia, que según las fuentes orales la promotora de la urbanización cedió al Bisbat en los años setenta, pero nunca se escrituró a su favor. Durante más de 30 años la iglesia de Cala Sant Vicenç fue un lugar de culto, pero ya entrado el siglo XXI, se evidenció que tenía aluminosis y en el verano de 2012 se ofició la última misa. El actual rector Xisco Vicenç precintó finalmente el templo hace un año por razones de seguridad e inició el proceso de desacralización.
«Desde el Bisbat y a través de la Parroquia de Pollença se han llevado a cabo las actuaciones que la legislación vigente nos permite. El primer punto es que el solar de dicho edificio es una propiedad privada en manos de los herederos del promotor, ya que la donación no se realizó nunca (aunque fuese publicitada a bombo y platillo). Esta titularidad impide cualquier actuación sobre el edificio de cara a su mantenimiento estructural. Desde la parroquia se solicitó según los cánones correspondientes, y así ha sido aprobada, la execración del templo, retirando de él los elementos e imágenes sagradas que nos ha sido posible. Desearíamos que este lugar estuviese en mejores condiciones, pero en estos momentos es responsabilidad única y exclusivamente de la familia titular del bien», dice el rector Xisco Vicens.
Preguntado sobre la nueva situación, Gerardo Vidal, descendiente del promotor de la urbanización, dijo este jueves que «la iglesia se le cedió al Obispado y en teoría el suya, aunque no tenga escritura pública. La familia no pinta nada y no tenemos ningún inconveniente en escriturarla a nombre del Bisbat».
6 comentarios
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Ya aparecerá algún listillo que la alquile como vivienda vacacional, seguro
Hay peligro de derrumbe,ni juergas lni okupas .ni tonteras varias.
Ara ja poren muntar es barbacoa i venga bauxes!
Total ja ningú va a misa i el cristianisme va camí de ser història
¡Al tanto OKUPAS!
Es una lástima la cantidad de edificios en ruina en la Cala San Vicente.Da pena ver lo ruinoso y descuidado que esta casi todo.Un sitio tan bonito y lleno de turistas...da muy mala imagen.