Sa Pobla se convirtió el miércoles por la noche en uno de los epicentros más importantes de Mallorca durante la celebración de la tradicional Nit Bruixa, que no defraudó a los miles de asistentes. Como no podía ser de otra manera, el fuego, la luz y los bailes hicieron acto de presencia en la noche más importante del municipio. Y es que sa Pobla celebró Sant Antoni por todo lo alto.
Según fuentes municipales, unas 9.000 personas asistieron a los esperados bailes de los caparrots que danzaron al son de Jo i un pastor y los dimonis. Los políticos tampoco se quisieron perder la fiesta y la comitiva fue muy numerosa. El alcalde de sa Pobla, Biel Ferragut, y el resto de regidores, recibieron a los altos cargos autonómicos e insulares como Bel Busquets, Catalina Cladera (que también es regidora en sa Pobla), Vicenç Thomàs, Cosme Bonet o Rosario Sánchez. Jaume Font, del PI, tampoco faltó a la fiesta en calidad de político, pero más de pobler. Del PP estuvieron Biel Company, Margalida Prohens, Jeroni Salom y Llorenç Galmés. La presidenta Francina Armengol no pudo asistir por enfermedad.
Oficialidad
Tras el recibimiento oficial y ante la mirada de miles de personas que ya a las 19.30 horas abarrotaban la Plaça Major, la comitiva de autoridades se dirigió a Completes precedidos de los dimonis paralímpics, los Dimonis d'Albopàs, los dimonis de la Obreria de Sant Antoni, además de gegants, caparrots y la banda de música municipal de sa Pobla. Los poblers se encargaron de abarrotar la iglesia para asistir a la ceremonia religiosa y poder escuchar en primera persona el grito de «Visca Sant Antoni!», que este año realizó el cap de colla de los caparrots minyons y ex policía local, Bartomeu Mir, que el pasado día 7 de enero fue elegido clamater por parte de la Obreria de Sant Antoni.
Novedad
Aunque la Nit Bruixa es esencialmente tradicional y no se introducen muchos cambios, el miércoles la principal novedad se vivió justo al inicio de Completes. Con la intervención del Cor de Sant Antoni y la colaboración de la Coral de Porreres, los asistentes cantaron por primera vez los goigs que escribió el pobler Josep Obrador y que fueron musicados por el porrerenc Joan Melià, ambos sacerdotes de Lluc. Poco después de las nueve de la noche, la atención se centró en la Plaça Major. Al igual que ha sucedido en los últimos años, las medidas de seguridad sirvieron para controlar el aforo de la plaza y solo se permitió la entrada a un máximo de 9.000 personas. A pesar de la gran afluencia, el silencio se hizo dueño del espacio cuando empezaron a sonar los primeros acordes de Jo i un pastor y los caparrots minyons antes de realizar su baile ante las autoridades hicieron una reverencia en homenaje su cap de colla, Bartomeu Mir, que este año fue el clamater.
Fuego
El piromusical tampoco dejó indiferente. El espectáculo, que este año llegó a su XXII edición, invadió de luz, fuego y música la plaza. La fachada del Ajuntament de sa Pobla se volvió a prender fuego y la música tradicional de Sant Antoni y la zambomba sonó con fuerza. El final del piromusical, que fue diseñado por Tomás Ramis, en la parte pirotecnia y musical, y por Pedro Marcè, en la parte de iluminación, dio el pistoletazo de salida a la encendida de los foguerons. Cabe destacar la celebración, por segundo año consecutivo, de la hoguera de de la asociación sa Negreta que se celebra en la plaza del Mercat.
Este colectivo nació el año pasado con el objetivo de reivindicar la esencia de la fiesta de Sant Antoni y decidió hacerlo con un fogueró popular. Como no podía ser de otra manera, alrededor del fogueró (que estaba abierto a todo el público), sonaron con fuerza las zambombas y las gloses.
Este mismo sonido es el que llenó el resto del pueblo y también la Plaça Major donde se vivió la XXXII Trobada de Cantadors i Ximbombers, un acto que no cuenta con mucho público puesto que la mayoría de asistentes que abarrotan la plaza durante el piromusical se disipan por los diferentes foguerons de la localidad.
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