El sonido de las máquinas de coser calzado fue entre las décadas de los 60 y los 90 la banda sonora de Lloseta. En cualquier calle se escuchaba ese ruido de motor que se convertía en un medio de sustento necesario para sacar adelante a la familia, un trabajo que permitía a las amas de casa aportar a la economía familiar sin desantender sus múltiples «obligaciones» de llevar la casa y los hijos.
Día Internacional de la Mujer 2019
Lloseta rinde homenaje al trabajo invisible de las mujeres ‘repuntadores’
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1 comentario
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No nos olvidemos de las que, reunidas en la calle, aportaban su labor haciendo "cortes". La imagen de mi niñez conlleva el recuerdo a pegamento. Un agradable y dulce recuerdo. Años 70