Operarios han retirado la torre de electricidad que dificultaba la entrada a las instalaciones. | Juanjo Roig

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La puesta en marcha del nuevo punto verde en Inca ha logrado que se registre una diferencia de 50,94 toneladas de residuos en relación al mes de marzo de 2018 y del ejercicio actual.

Los escombros y los voluminosos no incluidos en la categoría de electrodomésticos o neumáticos han sido los que han experimentado una mayor subida.

En cuanto a los escombros, en marzo de 2018 se contabilizaron 24,48 toneladas mientras que en el pasado mes de marzo alcanzaron las 54,92 toneladas, lo que supone una diferencia de 30,44 toneladas.

Los voluminosos han pasado de las 44,96 toneladas de marzo de 2018 a las 65,15 del mes de marzo de 2019. Las demás categorías de electrodomésticos sin gases, con gases, de línea marrón y los neumáticos se mantienen con diferencias poco significativas.

Los datos del mes de abril también confirman la implicación de los ciudadanos de Inca en el reciclaje. Este mes de abril se recogieron 62,34 toneladas de escombros (45,14 en 2018) y 63,07 de voluminosos (53,82 en 2018).

El flujo de vehículos que ha accedido a las nuevas instalaciones situadas frente al matadero ha sido de 2.832 vehículos en marzo y de 2.604 en abril. Los técnicos valoran el uso del nuevo punto verde de ciudadanos que residen en zonas rurales, uno de los puntos con más incidencias en cuanto a residuos. El teniente de alcalde de Inca por Independents, Àngel Garcia, considera que «estos datos son extremadamente positivos porque demuestran la implicación de los inquers con el reciclaje y la confianza que depositan en estas instalaciones homologadas».

Por otra parte, los operarios han retirado ya la torre de electricidad que bloqueaba parte de la entrada al nuevo punto verde. El Ajuntament había abonado 28.000 euros a Endesa en junio de 2018 para que retirara esta infraestructura pero hasta esta semana no se ha hecho efectivo.