La misa, acto principal de la Diada de Lluc, fue presidida por el obispo de Mallorca, Sebastià Taltavull, junto al que estuvo el obispo de Huamachuco (Perú) Sebastià Ramis. Tras la celebración de la Eucaristía llegó el momento de los discursos y del acto oficial de relevo por el que los missioners dan paso el clero secular de la Diócesis.
El primero en intervenir fue Ricard Janer, prior saliente del santuario. En sus palabras recorrió los 128 años de historia de su orden al frente de este lugar sagrado. Janer describió este periodo como de gran estabilidad y deseó a los nuevos responsables la misma situación.
Tras él tomó la palabra Emilio Velasco, superior general de los Missioners dels Sagrats Cors. Sostuvo que no resultaba fácil decir adiós, pero que lo hacían con Lluc en el corazón y agradeciendo al obispo Taltavull por su comprensión durante todo el proceso. Después llegó el momento de los obsequios a los que marchaban. Recibieron detalles del comandante general de Baleares, Juan Cifuentes; del delegado del Gobierno en funciones, Ramón Morey; del conseller Miquel Mir, en representación de la ausente Francina Armengol; de Catalina Cladera, presidenta del Consell de Mallorca y del obispo Taltavull, que les hizo entrega de una placa en reconocimiento a su tarea.
La lectura del nombramiento de los nuevos responsables de Lluc corrió a cargo del canciller secretario general de la Diócesis de Mallorca, Jaume Estela. Después de esta lectura y con fecha de 8 de septiembre el nuevo prior de Lluc pasa a ser Marià Gastalver, con Antoni Burguera como vicario y Antoni Moreno como diácono permanente. El ya prior Gastalver se dirigió a los presentes con frases de ilusión y agradecimiento, a las que siguieron las del obispo Taltavull, que tomó como propias las palabras del Papa Francisco para definir la misión de todo santuario con tres palabras: acogimiento, plegaria y misericordia. Con su intervención se cerró un acto que ponía el punto y final a un relevo inevitable por la falta de vocaciones mallorquinas en el seno de esta congregación, al frente de Lluc desde finales del siglo XIX.
Apuesta por la continuidad
Los presentes en la misa de ayer en la Diada de Lluc estuvieron muy pendientes especialmente de las palabras del prior saliente, Ricard Janer y del entrante, Marià Gastalver.
Si Janer hizo una pequeña memoria de la presencia de los Missioners dels Sagrats Cors a lo largo de los 128 años en que la orden ha estado al frente de este lugar sagrado, las palabras del nuevo prior se orientaron al futuro, sin dejar de valorar el legado del pasado.
Gastalver agradeció a los conocidos como Coritos su labor de todos estos años en esta institución, así como al obispo Taltavull por su confianza, pero se volcó más en reivindicar una labor continuista que pasa por cuidar a la Mare de Deu y a su casa, el Santuario de Lluc, así como a sus hijos, es decir, todos y cada uno de los que tengan en este lugar una referencia religiosa, social y cultural. Sostuvo que tiene muchos nuevos proyectos en mente y que quiere fomentar una cultura del encuentro. Significativa fue su última frase: «Lluc es ca vostra».
7 comentarios
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¿Y porqué no dicen que se van para que no los echen antes? se han dado casos de abusos a los blavets, los niños cantores de la Escolanía, eso lo saben ya muchos, se van con la cara baja y roja de vergüenza. :-(
La Iglesia, cuando evoluciona, lo hace cada 300 años. Pero lo tiene que hacer poco a poco y sin grandes estruendos. Ya que al ser "santa, auténtica y verdadera" no puede hacer cambios algo sonados, ya que si los hiciera la gente se preguntaría ¿en qué quedamos?. ¿en qué debemos creer?. Un ejemplo: Para la Iglesia, y otras confesiones, la mujer no "es pura". Desde los tiempos del cristianismo. ¿Cómo vamos a ordenar, ahora, a mujeres?. 300 años más ya veremos. Bueno, ya verán otros.
Si no me equivoco, en pocos días cumplirá 90 años uno de los religiosos que más tiempo han estado en LLuc. Desde luego, más de medio siglo. No es sacerdote, pero sí germá. Y en la humildad de su ministerio, ha hecho grandes cosas en todos estos muchos años. Casi toda una leyenda. Eso si Maciá Ripoll, esporlerí, no ha fallecido, lo cual, de ser así, sentiría profundamente.
Gracias por todo...y mucha suerte.
Continuidad en el negocio clerical...
Esperemos que Lluc un lugar emblemático para los mallorquines no se convierta en un negocio dónde las prioridades sean esas plataformas que dominan los alojamientos en nuestra isla com Booking, Airbung, Trivago, etc... y den una prioridad a los nativos, recuerdo cuando el cap de fiblo se apadrinaba al Monasterio comprando una teja pero bueno la pela es la pela
Es un indicio de lo que le pasará a la Iglesia Católica en un futuro más o menos inmediato. Si no se renuevan, si no permiten ordenar sacerdotes a mujeres y casados la cosa no pinta bien. Además, este Papa actual, que no me gusta nada de nada no ayuda. Esperemos que Lluc no se convierta en un hotel de lujo o en una mezquita.