El campo de boyas de Formentor se creó en 2001. El Ministerio de Medio Ambiente otorgó a la empresa privada Hisambla la explotación de 125 amarres de fondeo en Formentor, una medida que los amarradores calificaban de abusiva. Desde 2009, Nous Vents los gestiona sin polémica.

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El Ministerio para la Transición Ecológica ha sacado a exposición pública todas las solicitudes de particulares, empresas y administraciones registradas desde el año 1996 para explotar zonas del dominio público marítimo terrestre en Pollença. Destacan entre todas, las tres peticiones formuladas por la empresa privada Hisambla, el Ajuntament de Pollença y la Fundació Nous Vents (dependiente del Projecte Home) para gestionar el campo de boyas de Formentor, un campo que desde su creación en el 2001 estuvo rodeado de polémica.

Las solicitudes se remontan al 2007, 2008 y 2014 respectivamente y buscan los derechos de explotación de un campo de aproximadamente 100 boyas por un periodo de treinta años.

El campo se creó en 2001 a petición de la empresa Hisambla, siendo Jaume Matas ministro de Medio Ambiente. Levantó un auténtico revuelo en la zona provocando distintas manifestaciones de las asociaciones de navegantes y amarradores de la zona que reivindicaban el libre fondeo en la zona de arena, y denunciaban el «acoso» al que presuntamente se veían sometidos los patrones que no estaban dispuestos a pagar por fondear.

El malestar fue en aumento y se sumaron las denuncias de ecologistas sobre los presuntos daños que las boyas causaban en el fondo marino. En medio de la polémica, el Ajuntament de Pollença optó en 2008 en solicitar formalmente ante el Ministerio que les concediera la gestión directa. No obtuvo respuesta, pero Hisambla dejó de explotar las instalaciones. Los amarradores pidieron a Costas gestionar gratuitamente el campo de boyas pero acabaron renunciando en favor de la Fundació Nous Vents porque se evitaba el lucro de empresas privadas en beneficio social.

Desde 2009 la Fundació Nous Vents (dependiente de Projecte Home) viene así prestando el servicio a través de distintos convencios temporales firmados con Costas. En 2014 presentó un proyecto para obtener formalmente la concesión para un periodo de 30 años.

Su proyecto facilita la reinserción laboral de personas que han sufrido adicciones y forman parte de programas de desintoxicación de Projecte Home. El dinero recaudado se reinvierte en la propia asociación.

Consultados sobre si, años después de presentar formalmente sus solicitudes, aún quieren gestionar las boyas Nous Vents es quien lo tiene más claro: «Para nosotros es de interés por tres cuestiones fundamentales. Primero, porque permite incorporar personal al mundo laboral; segundo porque contribuimos a salvaguardar la posidonia, y tercero porque la pequeña rentabilidad que se obtiene se invierte en la propia asociación». Por su parte, el Ajuntament de Pollença estudia en estos momentos mantener su oferta y ejercer su derecho prioritario de gestión como administración pública, explica el alcalde Tomeu Cifre Ochogavía. Hisambla dice que se desvincula de la solicitud, pero ha renunciado formalmente.