Con la entrada en vigor de la Ley de Ordenación del sector en 2014 solicitaron su regularización. No obstante, en marzo de 2018 fueron informados de que esta precisaba de una evaluación de impacto ambiental, ya que parte del terreno de la explotación estaba incluido en las zonas protegidas por la LEN. Así, en diciembre de ese año el presidente de la Comisió Balear de Medi Ambient, Antoni Alorda, comunicó la negativa a la empresa y cerró el expediente. El siguiente recurso de la explotación se resolvió en los mismo términos en marzo.
Regularización
La explotación quedó en febrero de este año regularizada por el Servicio de Minas de la Dirección General de Política Industrial, pero solo en las zonas consideradas de interés minero y excluyendo la protegida, considerada ANEI (Área Natural de Especial Interés). Esta zona se sitúa en el noroeste de la finca.
A consecuencia de esta decisión se ordenó a la empresa el cese de la actividad en esa pequeña zona ANEI, la retirada de cualquier tipo de maquinaria y su restauración, bajo amenaza de expediente sancionador. Más de seis meses después Minas aún no ha comprobado si se ha cumplido esta orden y la inspección se realizará solo a partir del primer trimestre del próximo 2020. Ante esta decisión Cas Saboners ha renunciado a esta zona y ha presentado la evaluación ambiental del resto de sus instalaciones, que saldrá próximamente a exposición pública, sobre la que Medi Ambient tendrá que debatir.
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Esto tiene casi tanto sentido como la operación Noguera de eliminación de carriles en el paseo marítimo...