Jaume Roca al salir del Hospital. | @JOANJAUMEROCA

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«Al comunicarme el positivo por coronavirus me derrumbé, te vienes a bajo». Con estas palabras recuerda Jaume Roca, un montuïrer de 73 años, su primer contacto con la enfermedad. Ahora, tras haber superado el virus, Roca sigue aislado, sin contactos, recobrando fuerza para el momento en que llegue el final del confinamiento.

«En los primeros días no me encontraba muy bien, por ello fui al medico y me dijo que se trataba de una infección urinaria y me recetó unos antibióticos. Pero fue peor el remedio que la enfermedad. Empecé a vomitar y a sentirme peor. Después vino la fiebre y aquí fue cuando acudí a urgencias del Hospital de Manacor». Roca en todo momento señala que se encontraba bien, sólo los picos de fiebre le molestaban, por ello durante su estancia en el centro sanitario siempre estuvo en planta. Tras anunciarle el positivo fue cuando se vino abajo. «En todo momento el personal sanitario me indicó el protocolo a seguir y se ocupaban de mi. Estoy muy agradecido a su trabajo. Me reconfortaba saber que estaba en buenas manos. También era una sensación extraña ver que iban tan tapados».

Con el paso de los días Jaume Roca veía como se encontraba mejor y que los picos de fiebre disminuyan. «Sabia que con paciencia saldría de ello y además ver como el personal seguía el protocolo de manera seria y profunda también me daba tranquilidad».

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Aislado

Desde su salida del centro hospitalario Roca permanece en su finca de fora vila sin establecer contacto con el resto de su familia. «Estoy confinado aquí, pero como todos. Mi hijo cada mediodía me trae la comida y desde el hospital me llaman a diario para hacer el seguimiento.

Debo permanecer aquí hasta el 13 de abril, así me lo han recomendado». Me siento muy bien y satisfecho». Finalmente, Roca, vuelve a remarcar su gratitud hacia los profesionales sanitarios de Manacor: «Me han tratado muy bien».