El artista Joan Bennàssar ha dado forma a sus sentimientos a través de diferentes figuras. | Assumpta Bassa

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«La felicidad está en el jardín de mi casa». Ésta es una declaración de principios de Joan Bennàssar, un artista mediterráneo con muchas «razones humanas» que abre hoy las puertas a su jardín de sentimientos.

La Torre de Canyamel es el espacio elegido para cerrar una trilogía sobre la fragilidad del futuro y el esfuerzo de cada ser humano para superar las dificultades que se inició en Pollença (en el Calvari y en la Església del Roser jun to al Claustre de Sant Domingo).

La exposición de pinturas y esculturas titulada «La torre del jardín de las musas» se inaugura hoy a las 20 horas, y acoge cerca de medio centenar de obras distribuidas en los diferentes espacios de la fortaleza.

«Esta parte de la trilogía es la más lúdica, muestra los sentimientos, el placer de vivir, de disfrutar cada segundo de la vida con el convencimiento de que no hay nada más», explica Bennàssar.

Creación

Las obras han sido creadas durante el confinamiento y según explica su autor, «la pandemia aceleró el motorde lo que ya tenía en mente». El artista no descansa y ya tiene en marcha la edición de un libro sobre esta trilogía.

En el Calvari de Pollença

sus figuras representan el esfuerzo humano, subir escalón a escalón; en la església del Roser se refleja la parte de la convivencia, «el foro de la negociación y las leyes», y en Canyamel se exhiben «los sentimientos, la inspiración de las musas, la creatividad y el descanso del guerrero». En esta trilogía tan humana hay mucho corazón. En palabras del autor, «el arte es pasión». Una pasión mezclada con los valores y la grandeza del mediterráneo.