Los trabajos de protección y refuerzo de los taludes de la carretera Ma–10 a su paso por el Gorg Blau constituyen una zona montañosa, considerablemente escarpada, de la Serra de Tramuntana. Esta disposición orográfica dificulta la ejecución de la obras e incrementa los costes. | Redacción Part Forana

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El Consell de Mallorca invertirá dos millones de euros en la protección de los grandes taludes que sostienen la carretera Ma–10 a su paso por el embalse del Gorg Blau. Concretamente entre los puntos kilométricos 30 y 31, ya en el término municipal de Escorca.

El departamento insular de Mobilitat i Infraestructuras ha aprobado el proyecto que busca, ante todo, mejorar la seguridad de una carretera de montaña, sobre todo durante los meses de temporada alta turística, por vehículos alquilados por turistas, así como autocares de gran tonelaje que realizan la excursión que va de Sóller hasta sa Calobra, pasando por la zona de los embalses.

En declaraciones a este diario, el conseller insular de Mobilitat i Infraestructuras, Iván Sevillano, explicó que se trata un proyecto «encaminado a seguir mejorando la red secundaria de nuestras carreteras, desterrando grandes megaproyectos e invirtiendo en pequeñas actuaciones muy necesarias para una mejor movilidad y seguridad vial».

En el caso concreto del proyecto que se ejecutará en la carretera Ma–10, a su paso por el Gorg Blau, el conseller Sevillano asegura que con su ejecución «dispondremos las medidas pertinentes para contener una ladera que hemos detectado inestable, previniendo así deslizamientos de esta y caídas de rocas en un futuro, ante posibles acontecimientos catastróficos».

Las obras, cuyo plazo de ejecución se ha fijado en seis meses, consistirán en la instalación de barreras dinámicas adaptadas a las irregularidades del terreno, con el objetivo de salvar desniveles importantes entre poste y poste; así como mallas de triple torsión para la protección de los taludes y evitar y controlar los desprendimientos y aportar estabilidad superficial al terreno. El alto coste de las obras (dos millones de euros en apenas un kilómetro de carretera) corresponde a la dificultades que plantea la orografía del entorno de la vía a su paso por la zona del Gorg Blau.

En zona tan escarpada deberán llevarse a cabo cimentaciones, perforaciones, colocación de postes y componentes, instalación de cableado, tensados de mallas, etc.

Todo ello para proteger la plataforma de ese tramo de la carreterra Ma–10 de deslizamientos y desprendimientos rocosos de la ladera.