¿Cómo surgió la idea de promover un proyecto tan ambicioso?.
— Inicialmente sólo traté de crear un producto de turismo cultural sobre la gastronomía de las possessions, pero se cruzó en mi vida el mapa de Mallorca del Cardenal Despuig de 1785. Al caer en la cuenta de que contenía los nombres de todas las possessions que había en la época se mostró ante mí un escenario inabarcable.
Con la pandemia han quedado al descubierto las flaquezas del actual modelo turístico y no son pocos los convencidos, también dentro del sector, de que, en cuanto pase, deberá abrirse un debate para, tal vez, redefinirlo. ¿Considera que ese podría ser el momento idóneo para apostar de manera seria por crear un destino turístico a partir de la cultura diferencial de nuestro territorio y los valores tradicionales de sus gentes? ¿Puede ello complementarse con el actual modelo de sol y playa?
— Tras décadas de esplendor, es evidente la necesidad de un reposicionamiento de Mallorca como destino. Nuestra isla se caracteriza por una gran intensidad turística, pero de bajo valor añadido. Es prioritario innovar y ofrecer alternativas más selectivas. Debemos aceptar la situación sanitaria, económica y social en la que estamos, como la mayor oportunidad de mejorar la imagen de Mallorca ante la que jamás nos hemos encontrado. Una propuesta como la nuestra debe complementar la oferta actual ayudando a alcanzar un equilibrio que ahora no tenemos.
¿Qué nos perdemos, para empezar los mallorquines, en el desconocimiento de todo lo que envuelve o envolvía a los cientos de possessions de la Isla?
— Una publicación local en lengua alemana nos dedicó un reportaje la traducción de cuyo título vendría a ser ‘tan cerca y tan lejos'. Desde nuestra fundación hemos dado a conocer a los alemanes residentes un patrimonio del que eran desconocedores y del que muchos mallorquines no son conscientes. Las possessions son el origen de gran parte de nuestra cultura. Si como sociedad queremos decidir dónde vamos es esencial saber de dónde venimos.
La viabilidad de una possessió va íntimamente ligada a la productividad del sector primario, ¿tiene futuro en Mallorca? Lo digo como motor económico. Si es así, ¿por dónde pasa ese futuro?
— Según un reciente informe de CaixaBank Research, la pandemia ha puesto de manifiesto el carácter estratégico del sector agroalimentario al desempeñar una actividad esencial para el abastecimiento de alimentos a la población. En 2020, la directora general de Políticas para la Soberanía Alimentaria del Govern informó que la actual crisis ha acentuado la importancia de la actividad del sector primario como un elemento de crecimiento económico propio. Opino que en el corto plazo el sector primario deberá adaptar su actividad productiva a las nuevas demandas del mercado garantizando que el campo atraiga empleo joven y cualificado.
Entre patronato, dirección, junta rectora, colaboradores, etc, Fundación Itinerem cuenta con hombre y mujeres de relevancia social, cultural y profesional. ¿La implicación de las instituciones públicas está a la altura de la de la sociedad civil?
— Inicialmente sentí una mezcla de soledad y dudas, sin embargo, cuando las personas a las que te refieres me mostraron su apoyo me sentí más reforzado que nunca. Con el tiempo las instituciones públicas se han sumado a nuestra iniciativa. Quiero destacar el apoyo del Centre Balears Europa, la Direcció General de Fons Europeus del Govern, la Conselleria de Territori del Consell y muy especialmente la de los doctores Llorenç Huguet y Jordi Llabrés, rector y vicerrector de la UIB.
Pongámonos en el caso de que soy el propietario de una possessió y quiero complementar la actividad agrícola con una oferta de alojamiento o restauración, ¿me voy a encontrar con más impedimentos administrativos y más recelos sectoriales de los razonables?
— Más que con impedimentos administrativos y recelos sectoriales nos vamos a encontrar con una normativa compleja y exigente. Se trata de un camino que puede parecer arduo si se quiere recorrer en solitario, sin embargo, gracias a la experiencia en la materia de nuestros patronos, disponemos de un servicio de acompañamiento para quienes decidan emprender la aventura con la mayor seguridad.
2 comentarios
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"...una gran intensidad turística, pero de bajo valor añadido..." ¿bajo valor añadido? No lo había oído nunca.
Si entiendo bien, se reclama, para el futuro de las "possessions", más turistas pero de mayor valor añadido. Lo comparto pero no me parece muy imaginativo. El latifundismo se potenció, en Mallorca, por la producción olivarera, cuya salida eran las manufacturas jaboneras de Marsella.