La nueva ley que propone el Consell, y que deberá ser aprobada por el Parlament, no limitará la normativa urbanística o ambiental que ya viene fijada por la Conselleria de Medi Ambient y por los diferentes planes urbanísticos de los ayuntamientos, sino que se centrará en los elementos patrimoniales y culturales que conforman la Serra de Tramuntana y que le dan valor.
Así lo explica la consellera insular de Territori, Maria Antònia Garcías, quien lidera el proyecto y destaca la necesidad de preservar el patrimonio cultural de la Serra «para mantener aquellos elementos que han hecho que este paisaje sea como es actualmente» y donde durante siglos «ha habido una transformación del paisaje sostenible debido a la acción humana». Garcías se refiere a elementos etnológicos como los márgenes realizados con la técnica de la pedra en sec, el sistema de terrazas aptos para el cultivo, la red de caminos empedrados o el sistema hidráulico.
«Estas se han construido con prácticas antiguas que será obligatorio su preservación», recalca la consellera mientras recuerda que la declaración de Patrimonio Mundial que se otorgó a la Serra no hacía referencia únicamente a los elementos naturales o medio ambientales sino que también se ponía en valor por ser un paisaje productivo y bien adaptado a los asentamientos humanos tras siglos de transformaciones.
La nueva norma también permitirá una mayor agilidad a la hora de gestionar las ayudas que otorga el Consorci de la Serra Tramuntana y a la que se acogen tanto particulares como los diferentes ayuntamientos. «La Serra necesita su propia sostenibilidad y que también se pueda mantener económicamente», recalca la consellera insular.
El Consell trabaja ahora en asentar las directrices de la futura ley. Para ello ha iniciado un proceso de participación con entidades sociales, ciudadanía, ayuntamientos, la UIB, así como un comité de expertos sobre la Serra de Tramuntana. La proposición de ley, que se prevé que esté redactada a finales de año, se elevará después al Parlament para su aprobación.
7 comentarios
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UIDiscrepo en cuanto a "parc temàtic para la gent forana", también por su pizca de xenofobia. Discrepo todavía más, si se refiere a Valldemossa o Sóller, según se puede vislumbrar.
Para cuando una Ley de PROHIBICION de venta de sprays a los no profesionales??? Los graffitis estan llegando a la serra!
La Serra de Tramuntana logró ser lo que era porque la gente que allí vivía buscaba su subsistencia. Ahora está todo prácticamente abandonado y las pocas personas que aún trabajan sus parcelas y fincas lo hacen por romanticismo. Queda muy bien proponer leyes pero si van a suponer obstáculos a los que aún cuidan con mimo lo suyo, la Tramuntana acabará abandonada del todo y sólo se mantendrán 4 rincones y con dinero público.
Toñitos¿Me puedes confirmar también si es obligatorio usar madera para las ventanas y carpintería?
Esperem que aquesta nova llei sigui una eina útil per ajudar a gestionar es dia a dia de sa Serra d'una forma més pràctica i adequada a ses seves característiques singulars, úniques en el món, i a ses de sa gent que hi viu, que l'ha mantinguda i la manté tal com és. Sa Serra la sentim com un patrimoni natural i cultural de tota Mallorca i pareix lògic que tots hi aportatem es nostro gra d'arena perquè no perdi sa seva essència, sinó més bé que la manifesti en tot es seu esplendor. Es repte pens que és conseguir adaptar aquest territori a sa realitat complexa del món des segle XXI sense que Tramuntana se converteixi en un parc temàtic per a gent forana.
Oh, qué gran idea, a nadie se le había ocurrido, no había ninguna ley para proteger la Serra. Hay un problemilla: para arreglar el muro de un bancal caído por la lluvia, habrá que contratar a un técnico "marger" especializado que te cobrará un ovario (más que un huevo, claro). Y además habrá que pagar a un técnico que supervise la obra y certifique. Es muy fácil decir lo que hay que hacer desde un despacho.
Las terrazas para cultivo de Banyalbufar-Estellencs me parecen ser una prioridad, pues hay obstáculos para su cultivo y mantenimiento. Esto dicho, la mayoría de los municipios de la Serra están en proceso de despoblación y envejecimiento. Si se crean normas y trabas excesivas, para los particulares, se corre el riesgo de disuadir a los particulares de vivir en dicho territorio. En otras palabras, las normas no han de reposar sólo sobre los particulares, sino también sobre las autoridades.