Los coches aparcados en el arcén de la carretera de Portocolom a Porto Cristo, haciendo caso omiso de la línea amarilla, provocan que los peatones caminen por la calzada. Las situaciones de peligro en este punto se repiten a diario. | Maria Nadal

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La saturación de vehículos ha regresado a la carretera de Cala Varques. Una multitud de coches hicieron caso omiso ayer de la línea amarilla continua y estacionaron en los arcenes de la vía dificultando así el tráfico del resto de coches que circulaban.

La falta de una zona de párking en las inmediaciones del acceso a Cala Varques provoca que esta estampa se repita verano tras verano, y deja constancia de que las soluciones adoptadas por el Consell de Mallorca durante el pasado verano no son suficientes.

Aunque en días puntuales de este verano no se han visto vehículos estacionados en el arcén, ayer no se respetaron los discos de prohibido estacionar ni las líneas amarillas que se pintaron a lo largo de cuatro kilómetros por parte de Carreteres. Solo en los puntos en los que se instaló una barrera estaban ayer libres de vehículos mal estacionados.
Medidas infructuosas

Los problemas de seguridad en este tramo de carretera se padecen desde hace años. En 2015, el Ajuntament de Manacor ya prohibió estacionar en el camino de acceso a la cala y en 2018 instaló una barrera para impedir el paso de vehículos por este camino. Esta medida provocó que el problema de coches mal aparcados se incrementara en la carretera y que el paso de peatones por el arcén provocara situaciones de peligro.

El año pasado, el Consell actuó pintando una línea amarilla que tampoco da los frutos esperados. La saturación sigue en este punto del Llevant.