A día de hoy se ha vendimiado un 60 % del total recolectado el año pasado y aunque no se atreven a hablar abiertamente de cifras esperan «superar la producción del año pasado y alcanzar 1.400.000 kilos de uva».
También se ha producido altibajos en las variedades vendimiadas que usa la DOBinissalem. Entre las más primerizas como la Chardonnay, la Moscatell y la Giró Ros se ha detectado una bajada del 26 % en la Chardonnay y del 8 %en la Giró Ros, mientras que la Moscatell ha aumentado un 8,5 % con respecto a 2020. Asimismo se ha detectado un incremento del 8 % en la variedad Shiraz.
Las lluvias de agosto y septiembre que se han registrado en las zonas de influencia de la DO Binissalem «no han sido muy cuantiosas y casi no han afectado al grado alcohólico ni tampoco han puesto en riesgo el estado sanitario de los racimos», añade José Luis Roses. Aún así, «ahora hay que esperar al final de la vendimia para que cada variedad llegue a su punto óptimo».
La plaza de la iglesia de Binissalem acogió este martes un brindis en reconocimiento al trabajo y el esfuerzo de viticultores y bodegas. Asistieron miembros de la DO Binissalem, del Ajuntament de Binissalem así como representantes del Consell y del Govern.
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Y esperemos que, gracias a las subvenciones recibidas, los precios tambien se moderen