Entre los más emblemáticos, destacan la reconversión del antiguo convento de las monjas de la Caridad en un hotel para unas 15 plazas, y la creación de un hotel de lujo en el palacete de Ca Don Enric. A estos se suma el antiguo caserón de Cas Senyors de sa Fàbrica, cuya propiedad ha planteado también su intención de abrir un hotel de pocas habitaciones.
Edificios emblemáticos
El edificio de las monjas de la Caridad está cerrado desde que las religiosas lo abandonaron, hace una década, y su deterioro comienza a ser evidente. Tras cesar su uso religioso, la propiedad revertió a la familia Dameto, que ha solicitado un cambio de uso para abrir la puerta a su posible reconversión en hotel. De momento el cambio de uso a residencial ha sido aprobado por el Ajuntament y está en periodo de exposición pública. «No existe proyecto aún, pero solo podría tener unas 15 habitaciones, coincidiendo con las celdas existentes, pues forma parte del casco antiguo, que está protegido íntegramente como Bien de Interés Cultural y las modificaciones que se pueden realizar son limitadas», señala el concejal de Urbanismo, Pere Joan Jaume. Además de la escuela y el convento, el conjunto cuenta con una capilla, que fue desconsagrada, de modo que podría destinarse a otros usos.
El proyecto más avanzado es el de Ca Don Enric, antigua propiedad de los condes de España que se erige frente a la plaza de Es Fossar. Un hotelero vinculado a Alcúdia ha presentado un proyecto para rehabilitar el palacete y sus jardines como hotel de interior de lujo con spa.
Anteriormente ha habido otros intentos de convertirlo en hotel. El último no prosperó «porque exigían la demolición del Teleclub para esponjar la calle frente a su entrada y no vamos a aceptarlo, salvo que nos ofrecieran construir un nuevo edificio social en otro lugar de la plaza», apunta Jaume. El Teleclub es un local emblemático para los sineuers. Allí los más mayores se reunían para ver el primer televisor que llegó al pueblo, y ha sido sede social y teatro. Todo su perímetro está rodeado de una cubierta de uralita que lo afea, pero demolerlo o no es un debate que nadie está dispuesto a abrir todavía.
El tercer proyecto en curso afecta a una casa señorial conocida como Cas Senyors de sa Fàbrica. En el portal contiguo, una pareja holandesa abrió el último hotel operativo en Sineu hace dos años, justo antes de estallar la pandemia de la COVID-19.
El apunte
Sineu cuenta ya con un centenar de plazas
4 comentarios
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Yo lo único que sé es que acabarán convirtiendo la isla en un gran Hotel. Que abuso y agonía. Una cosa es vivir del turismo y otra que el turismo nos acabé echando de la isla y sólo queden los empleados de esos hotel es viviendo en zonas aisladas como son baña
Ya era hora que el pueblo cambiara de color, llega el invierno, y oscurece pronto, las noches frias y sin apenas luces convierten estos nucleos de poblacion en lugares donde apenas hay vida, por lo que bienvenidos sean estos nuevos hoteles, que poco o mucho cambiaran la fisonomia y el habitat de una Villa, que nunca perdera su encanto y al mismo tiempo ganara en riqueza socio-cultural y economica, que cuanto antes sea una grata y prospera realidad.
Los veo más como edificios de interés cultural que como "históricos", pues su antigüedad me parece insuficiente. Por otra parte, una cosa es tramitar la declaración turística y otra emprender las obras y abrir las puertas. Creo que el futuro utilizado por UH me parece demasiado asertivo, comparado con la forma "ampliarían".
Després de turistificar tota la costa, ara turistificam l'interior. Estaria bé que aquests hotels d'interior no explotin als treballadors com ho fan els de la costa, que siguin de qualitat i que els turistes paguin una taxa municipal per ajudar a desenvolupar altres sectors sostenibles al poble que fomentin feina de qualitat