El revivir de Sant Antoni en Mallorca tendrá que esperar. La sexta ola del coronavirus ha arrasado con la celebración en la calle y los actos más concurridos de la fiesta más importante del invierno mallorquín. Por segundo año consecutivo este fin de semana no se escucharán gritos de Visca Sant Antoni!. Tampoco habrá foguerons, ni torrades, ni correfocs. La fiesta de las fiestas cuando el frío aprieta en la Part Forana vuelve a apagar su expresión máxima este año 2022 por la pandemia de COVID, pero el sentimiento se mantiene más vivo que nunca. Cuanto menos lo intenta. Pervive con cierta añoranza, recordando cómo se vivía cada momento antes del COVID. Con deseos muy explícitos de que 2023 signifique el regreso de todos y todas a las plazas y calles. Como siempre, con sentimiento arraigado de pueblo y ganas de bulla. Ante el aumento de contagios de coronavirus en las Islas de los últimos días la mayoría de los municipios han decido suspender los actos típicos de Sant Antoni donde se acumulan más las personas. Sin embargo, localidades como Manacor, sa Pobla, Artà y Muro han buscado alternativas y las gloses, el ball de dimonis y los actos litúrgicos como las Completes se celebrarán, pero con restricciones de aforo y mascarilla obligatoria. Ello ha abierto otro debate paralelo: ¿es aceptable trocear la fiesta? Sobre ello existen opiniones muy claras. Sea como fuere la sexta ola de contagios de COVID se ha llevado por delante un nuevo Sant Antoni tan esperado como deseado. Los santoniers viven este 17 de enero con sensación generalizada de desánimo y mantienen lo más intacta que pueden la ilusión por ver resurgir la fiesta principal del invierno en Mallorca el próximo año. En Ultima Hora hablamos con representantes de asociaciones vinculadas a Sant Antoni y políticos locales para pulsar el ánimo generalizado ante esta festividad que configura Mallorca y sus gentes tal y como las conocemos. «Nos parecen ridículas las restricciones que se han tomado para este Sant Antoni»Jaume Ribas, presidente del Col·lectiu sa Negreta de sa Pobla «Nos parecen ridículas las restricciones que se han tomado para este Sant Antoni, no entendemos que se restrinjan los foguerons al aire libre. Nosotros hemos cancelado nuestras actividades porque nos hemos visto obligados. Ninguna actividad económica se ha restringido, nos parece una contradicción y un sinsentido. En sa Pobla habrá fiesta, la gente tiene muchas ganas de Sant Antoni. La fiesta estará en el interior de los bares, donde no hay restricciones. El ocio nocturno seguirá en pleno funcionamiento, la gente saldrá y los locales de la plaza estarán llenos. Los jóvenes van a hacer todo el Sant Antoni que se pueda. En general hay un sentimiento de incomprensión y desanimo». «Poco antes nos dijeron que todo se cancelaba y ya teníamos el chip santantonier puesto»Antoni Gomila, presidente del Patronat de Sant Antoni de Manacor «El hecho de no poder celebrar la fiesta en la calle hace que esta pierda todo el sentido. Esta celebración implica que la gente se encuentre, algo que con la situación actual del coronavirus no puede darse. Lo entendemos aunque sin los actos habituales, sin los bailes de los Dimonis se pierde la esencia. La gente intentará vivirlo en los domicilios ya que por las restricciones el Sant Antoni como lo conocemos no se puede celebrar. Respetamos la decisión aunque echamos en falta más previsión. En septiembre empezamos con todos los preparativos cuando se pensaba que tendríamos Sant Antoni y se ha hecho un trabajo para nada. Poco antes nos dijeron que todo se cancelaba y ya teníamos el chip santantonier puesto. Confiemos en que podamos sacar a relucir toda esa feinada en 2023». «En Artà el ambiente existe como siempre, todos los escaparates están adornados y todo el mundo siente una gran pena» Jaume Cabrer, glosador de Artà «Este año de Sant Antoni poca cosa, solo tendremos un poco de encuentro con la familia. Este pasado viernes estuvimos en Lloret unos cuantos glosadors cantando las gloses y canciones típicas de cada pueblo en un acto organizado por el Ajuntament. En Artà el ambiente existe como siempre, todos los escaparates están adornados y todo el mundo siente una gran pena por no poder celebrar una fiesta tan sentida. Al menos hemos podido ir a ver a los niños pequeños del colegio con un dimoni y cantarles alguna glosa. Ellos son el futuro de la fiesta. ¿Que cómo vivirán los jóvenes del pueblo la actual situación de anulación? Bueno, supongo que como siempre se juntarán en una casa u otra de fora vila y harán su fiesta». «El sentimiento es un poco de tristeza y decepción, son fechas muy esperadas» Antoni Serra Sastre, alcalde de Muro «Este año hemos vuelto a suspender todos los actos porque no tenemos capacidad para controlar la situación que nos ha tocado vivir. Aún así, la gente está animada y hará encuentros en casa, será un Sant Antoni más íntimo con pequeñas reuniones. El sentimiento es un poco de tristeza y decepción porque son fechas muy esperadas que se viven con mucho sentimiento. Estaremos cruzando los dedos para que el año que viene se pueda celebrar un Sant Antoni así como toca». «La cancelación de 'U Pi' por segundo año la vivimos con mucha tristeza y resignación» Josep Lluís Pons Cifre, regidor de fiestas de Pollença «La gente está resignada por la situación que nos ha tocado vivir. La cancelación de 'U Pi' por segundo año la vivimos con mucha tristeza, a esto se le suma que en verano ya se tuvo que suspender las fiestas de la Patrona. Hemos mantenido las beneïdes y los pollencins aprovecharán el día de fiesta para hacer comidas en pequeños grupos. En general la gente es respetuosa y no creo que se hagan grandes locuras. De momento, seguiremos con la ilusión de poder celebrarlo con normalidad el año que viene». «Sant Antoni es muy tradicional y las tradiciones las intentamos cumplir y seguir. Es o todo o nada» Kiko Melis, presidente de la Obrería de Sant Antoni en Capdepera «Es una cosa muy triste. El año pasado ya se sabía que no se celebraría. Aquí hace un mes dijeron que sí, que adelante. Es lo que más daño nos ha hecho, porque teníamos la ilusión, habíamos digerido que tendríamos Sant Antoni y el golpe ha sido más fuerte. Aquí en el pueblo todo el mundo lo vivirá, como pueda como nosotros mismos, porque es la fiesta más sentida. Si te quitan otra fiesta no es lo mismo, no es como Sant Antoni. Nos queda una sensación de tristeza e impotencia. Nuestra asociación ya lo dijo, no se hace nada en absoluto, solo oficios religiosos. Sant Antoni es muy tradicional y las tradiciones las intentamos cumplir y seguir. Es o todo o nada». Finalmente, y en una línea parecida a esto último, los representantes de la Obreria de Sant Antoni de Son Servera ratifican lo expresado tras suspender todos sus actos festivos: «no haremos nada de nada. Nosotros ya dijimos que o volvía la fiesta como siempre o no hacíamos nada».