Las estadísticas muestran un crecimiento de las hectáreas de viñedo adscritas a la DO Pla i Llevant en constante aumento desde 2017. Ese año había 441,18 hectáreas; en 2020 ya eran 472 y en 2022, se contabilizan 476,99 hectáreas. | Lola Olmo

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La Denominación de Origen (DO) Pla i Llevant se recupera poco a poco del impacto que causó en 2020 el estallido de la COVID–19 y el cierre de la restauración y hostelería. Las cifras de 2021 dan motivo para el optimismo, pues las 14 bodegas que forman la región vinícola más extensa de Mallorca comercializaron un total de 9.610 hectolitros –casi un millón de litros de vino– frente a los 6.620 hectolitros vendidos en la campaña de 2020. La progresiva apertura de la restauración y el regreso del turismo el verano pasado permitieron esta notable recuperación, pese a que las cifras aún quedan lejos de los 11.992 hl vendidos en 2019 y del récord de resultados obtenidos en 2018, con 14.680 hectolitros de vino comercializados.

El cliente más fiel de los viticultores del Pla i Llevant de Mallorca es el local, pues el 85,5 por ciento de las botellas de vino comercializadas por la DO Pla i Llevant se consumieron en las Illes Balears. Por el contrario, el mercado español apenas representa el 0,1 por ciento, muy por debajo del 7,5 por ciento que se exporta al resto de la Unión Europea. El público alemán es el más fiel entre la clientela europea. De los casi mil hectolitros exportados el año pasado (996,97), el 69 por ciento fueron a Alemania y un 22 por ciento a Suiza. Otros mercados emergentes para esta comarca vinícola son los países nórdicos, pues un cinco por ciento de sus vinos se exportaron a Suecia, mientras que Holanda y Dinamarca se quedaron otro dos por ciento.

La DO Pla i Llevant de Mallorca, creada en 1999, cuenta actualmente con 14 bodegas, 76 agricultores y 476,99 hectáreas de viña inscritas, repartidas por 19 municipios de Mallorca. De estas viñas, 317,3 hectáreas están plantadas con vides de variedades tintas: Merlot y Cabernet Sauvignon principalmente (27 % cada una), Callet (16 %), Syrah (13 %), Tempranillo (8 %) y Manto Negro (7 %). Otras 159,69 hectáreas de viñedo corresponden a variedades de uva blancas. De estas destaca la autóctona Premsal Blanc, con un 31 por ciento de la superficie cultivada, seguida de Chardonnay (30 %), Giró Ros (17 %), Moscatel y Viognier (ambos 7 %), Macabeu (6 %), Parellada y Riesling (apenas 1 % cada una). La producción de uva en la comarca también se recuperó el año pasado, con 1.100.000 kilos. En 2020 apenas se recogieron 900.000 kilos, debido a las enfermedades de la viña y a la incentivación de la poda en verde.