En construcción. Un recorrido por las calles de la urbanización de Bonaire de Alcúdia muestra la cantidad de obras de nueva construcción y ampliaciones de chalets en la urbanización de alto standing. El Ajuntament asegura que todas las obras tienen licencias concedidas legalmente. | Elena Ballestero

TW
3

En la urbanización de Bonaire en Alcúdia hay estos días un trajín de operarios de la construcción y maquinaria de obra. Una docena de chalets de lujo han escapado a la moratoria que desde 2020 prohibe a los ayuntamientos dar licencias de ampliación o nueva construcción en urbanizaciones que carezcan de alcantarillado.

Todas las obras que es están ejecutando en Bonaire tienen «licencias legalmente concedidas», según el regidor de Urbanisme d'Alcúdia, Joaquín Cantalapiedra. Explica que la clave está en que «la propia normativa permitía dar licencia a las solicitudes presentadas hasta tres meses antes de la entrada en vigor de la norma y que no hubieran sido informadas por el Ajuntament antes de la moratoria».

Caducidad

Aunque la propia Llei d'Urbanisme contempla la posibilidad de declarar caducadas las licencias de obra una vez transcurrido un tiempo de inactividad, el regidor de Urbanisme d'Alcúdia dice que «no se ha abierto expediente de caducidad de ninguna de las licencias concedidas en Bonaire». «Aunque la moratoria entró en vigor en 2020, algunas licencias tardaron en ser informadas y en cuanto los propietarios las han obtenido han empezado a ejecutarlas», dice Cantalapiedra.

Los chalets que se construyen ahora estarán conectados a fosas sépticas como lo han estado los construidas históricamente en este mismo enclave.

En un pleno de diciembre de 2019 el Ajuntament d'Alcúdia desistió de la tramitación de una exoneración de la obligación de dotar de alcantarillado a todos los núcleos de población que impuso la Llei d'Urbanisme en aplicación de varias directivas europeas que solo permiten exenciones en casos muy puntuales. Lo hizo precisamente tras recibir un informe demoledor de Recursos Hídrics que advertía de la degradación de la calidad del agua de la bahía de Pollença, agravada en los últimos años.

Situada en la primera línea de mar, la urbanización de Bonaire linda con la finca pública de la Victòria que en su mayor parte está declarada Àrea Natural de Especial Interés. En el momento del desestimiento de la exoneración tenía 659 parcelas construidas y 305 sin construir, así como una población de 3.355 habitantes (el 13,60 % de la población total de Alcúdia). Así lo explicó entonces en el pleno un promotor afectado por la moratoria que reprochó la tardanza del Ajuntament en dotar de alcantarillado la zona.

Punto de vista
Assumpta Bassa

Resquicios legales...

Assumpta Bassa

Todavía quedan urbanizaciones hoy en día, en zona costera, que no cuentan con la dotación de servicios necesaria para asumir el peso de nuevas construcciones. Tras la moratoria se estableció que no se puedan dar nuevas licencias sin el alcantarillado. Pero hecha la ley, hecha la trampa y como en todo los hay que siempre encuentran un resquicio legal al que agarrarse. Habrá que ver cómo perjudicará a la bahía esta conexión a las fosas sépticas.