Todas las obras que es están ejecutando en Bonaire tienen «licencias legalmente concedidas», según el regidor de Urbanisme d'Alcúdia, Joaquín Cantalapiedra. Explica que la clave está en que «la propia normativa permitía dar licencia a las solicitudes presentadas hasta tres meses antes de la entrada en vigor de la norma y que no hubieran sido informadas por el Ajuntament antes de la moratoria».
Caducidad
Aunque la propia Llei d'Urbanisme contempla la posibilidad de declarar caducadas las licencias de obra una vez transcurrido un tiempo de inactividad, el regidor de Urbanisme d'Alcúdia dice que «no se ha abierto expediente de caducidad de ninguna de las licencias concedidas en Bonaire». «Aunque la moratoria entró en vigor en 2020, algunas licencias tardaron en ser informadas y en cuanto los propietarios las han obtenido han empezado a ejecutarlas», dice Cantalapiedra.
Los chalets que se construyen ahora estarán conectados a fosas sépticas como lo han estado los construidas históricamente en este mismo enclave.
En un pleno de diciembre de 2019 el Ajuntament d'Alcúdia desistió de la tramitación de una exoneración de la obligación de dotar de alcantarillado a todos los núcleos de población que impuso la Llei d'Urbanisme en aplicación de varias directivas europeas que solo permiten exenciones en casos muy puntuales. Lo hizo precisamente tras recibir un informe demoledor de Recursos Hídrics que advertía de la degradación de la calidad del agua de la bahía de Pollença, agravada en los últimos años.
Situada en la primera línea de mar, la urbanización de Bonaire linda con la finca pública de la Victòria que en su mayor parte está declarada Àrea Natural de Especial Interés. En el momento del desestimiento de la exoneración tenía 659 parcelas construidas y 305 sin construir, así como una población de 3.355 habitantes (el 13,60 % de la población total de Alcúdia). Así lo explicó entonces en el pleno un promotor afectado por la moratoria que reprochó la tardanza del Ajuntament en dotar de alcantarillado la zona.
3 comentarios
Para comentar es necesario estar registrado en Ultima Hora
Y dale, que no es una moratoria !! Es la ley de urbanismo y ya está.
La solución más simple y ecológica son las fosas sépticas de tres etapas, de manera que cada chalet gestiona su agua residual ya tratada empleándola para regar su jardín, ahorrando así agua del contador. Es necesario e imprescindible dar un nuevo uso al agua ya tratada porque las consecuencias ecológicas del exceso de consumo de agua potable en la isla darán origen a multitud de problemas de muy difícil solución.