Jugada maestra. El juego se compone de una baraja de 150 cartas. Las partidas de entre 2 y 5 jugadores duran aproximadamente 20 minutos. Asistieron a la presentación el rector Carles Seguí y Carme Lorente y Cati Pericàs de Es Convent. | Elena Ballestero

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El arte de aprovechar nuestras faltas de Claude Joseph Tissot, despertó en el ilustrador inquer PepMi Garau, la idea de crear un juego que fuera una herramienta para transmitir la fe cristiana.
Garau, habló con el rector de Inca, Carles Seguí, y con la Fundació Es Convent con los que probó el primer prototipo en papel. La partida oficialmente la ganó el rector y la propuesta de Pepmi Garau ha cobrado forma.

Este pasado sábado se presentó en el centro parroquial The farmer fight, un juego de 150 cartas del que (con auida de Es Convent) se han editado 200 unidades. Todos los niños y niñas que hagan este año la comunión recibirán una copia. También se puede comprar con una aportación de 10 euros de los que el 80 % va a Cáritas Inca.

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«Francisco de Sales compara la actitud cristiana frente a las tentaciones con la de un granjero frente a un jabalí que se come sus hortalizas. El juego toma esa idea para ir sembrando hortalizas mientras crecen malas hierbas. Cuantas más hierbas acumules más fácil es que allí se esconda el jabalí», explica Garau. El ilustrador ya tiene en mente otro juego para el que busca financiación. Está inspirado en una epístola del obispo sobre la construcción de molinos.