Bartomeu Moll ‘des Forn’, a la izquierda de la imagen, junto al obispo Javier Salinas y a otro canónigo ‘montuïrer’, Miquel Pons de ‘cas Sabater’.

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La muerte, el pasado lunes, de Bartomeu Moll Ribas des Forn (Montuïri, 1943–2022) pone fin a la saga familiar de religiosos de Can Pofang de Montuïri. El canonge y primatxer de la Seu ha sido el último eslabón de seis generaciones de sacerdotes, tres siglos de religiosos. Bartomeu Moll ocupaba el cargo de primatxer (sochantre) en el coro de la Seu desde marzo de 1974. Y en 2014, el obispo Javier Salinas lo proclamó canónigo. Moll fue profesor del colegio de la Santíssima Trinitat de Palma. Donde fue una persona muy querida entre sus alumnos. Celebró su primera misa en 1967 en su pueblo natal. Después ya entró como profesor de las trinitarias, trabajo que compaginó con el de vicario de Sant Jaume o de Sant Nicolau de Palma entre otros cargos.

Pero como se ha señalado anteriormente, Moll ha sido el último religioso de una estirpe familiar, principalmente conocida bajo el malnom (alias) de ‘can Pofang'. El primer ascendiente familiar podría ser Gabriel Verd Mascaró (Montuïri, 1661–Roma, 1733) que entró como carmelita en 1676. Después le seguiría Benet Pocoví Mascaró, fraile dominico en Manacor. A estos la nissaga continuó con Francesc Pocoví Gallard (1772), franciscano del convento de Palma y Bartomeu Mascaró Ribas (1771), dominico del convento de Palma. Miquel Rubí Pocoví (1831–1907), misionero Paúl en Estados Unidos, Canadá, Cuba y México. Su hermano, Rafel Rubí Pocoví (1842–1932), fue párroco de Manacor. Estos dos eran hermanos de la tatarabuela de Bartomeu Moll. Pero la nissaga de los ‘Pofang' también tuvo un rector en Binissalem, Miquel Ribas Rubí (1871–1960) y Honorat Ribas Manera (1895–1968), canónigo de València, hermano de la madre de Moll.

La Catedral de Mallorca acogerá, este martes a las 19 horas, la misa funeral en memoria de Bartomeu Moll Ribas.

Bartomeu Moll con un grupo de alumnas del colegio de la Santíssima Trinitat de Palma. Foto: FACEBOOK

De manera simbólica la muerte de Bartomeu Moll cierra una etapa en la vida eclesiástica de Montuïri y, por extensión de Mallorca, a la vez que pone sobre la mesa el futuro de las vocaciones de mallorquines que profesan la fe. La Catedral de Mallorca acogerá hoy la misa funeral de en Tomeu des Forn, será a las 19 horas y mañana jueves el funeral será a las 20.30 horas en la parroquia de Montuïri.

El apunte

El rector Rafel Rubí el ‘montuïrer’ que condujo la ciudad de Manacor a la modernidad

Rafel Ignasi Rubí Pocoví, conocido como el rector Rubí en Manacor, se convirtió en párroco de la ciudad durante 45 años. Falleció en la capital del Llevant en febrero de 1932. Durante su rectorado la ciudad de Manacor vivió uno de los cambios más profundos sociales y económicos. Por todo ello Rafel Rubí sigue muy presente entre los manacorins. Una plaza lleva su nombre y la gran reforma de la iglesia parroquial de Els Dolors lleva su firma. Como explica Joan Lliteras Vives en la comunicación ‘Aportació a la figura del rector Rubí (1842–1932)’, de las II Jornades d’Estudis Locals la figura de Rubí fue mucho más allá de la figura de rector. Por ello el pueblo de Manacor se lo agradeció con reiteradas muestras de admiración popular. Miquel Rubí Pocoví, hermano del rector manacorí también ocupó importantes cargos eclesiásticos en Estados Unidos y Méjico. Allí residió por espacio de más de 50 años. Honorat Ribas Manera ocupo el cargo de canónigo de València y en Montuïri, los más viejos, recuerdan la fastuosidad de algunas de sus visitas al pueblo.