El alcalde Llorenç Gelabert muestra el bosquecillo donde se celebra cada año el Pancaritat. | Juanjo Roig

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El prestigioso abogado alemán Bernd Sagasser es el nuevo propietario de la finca de Crestatx de sa Pobla, que ocupa 22 hectáreas de terreno y que alberga el pequeño bosque de ullastres donde cada año se celebra el Pancaritat con la presencia de centenares de poblers. La compra se hizo efectiva a principios de año y en sa Pobla creció la incertidumbre días antes de la llegada de la romería por si el nuevo dueño ponía trabas a la utilización de los terrenos de su propiedad.

El alcalde de sa Pobla, Llorenç Gelabert (PI), contactó con Sagasser para exponerle la situación y llegar a un acuerdo de futuro. «El dueño estuvo presente en el Pancaritat de este año y comprobó que se trata de una celebración muy tradicional, sin desmadres y que forma parte del sentimiento pobler», indica Llorenç Gelabert. Además, «este año no ha habido chiringuitos con la música a tope y, por los buenos resultados que ha dado y las opiniones de los asistentes, creo que optaremos por eliminarlos».

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La segunda iniciativa «fue invitarle a él y a su esposa a un arròs pobler y exponerle de forma clara nuestra petición. El acuerdo fue rápido y ha accedido a cedernos el bosque de ullastres mientras la brigada siga manteniéndolo y limpiándolo para que esté en perfectas condiciones cuando llegue el Pancaritat», relata el alcalde. La compra de la finca de Crestatx no afecta a la ermita, documentada ya en 1285 y que está registrada en la parroquia de sa Pobla y es propiedad del Bisbat, junto a la explanada anexa y la zona de aparcamientos.

Un alemán compra la finca de Crestatx y acepta que se siga celebrando el Pancaritat
El proyecto prevé la restauración de las casas originales y de los diversos elementos etnológicos.

Agricultura

La nueva propiedad de la finca de Crestatx está gestionando los permisos para realizar un proyecto agrosostenible en las 22 hectáreas de terreno. La explotación agrícola consistirá en la siembra de variedades autóctonas de olivos, almendros, algarrobos y hortalizas, además de conservar algunas zonas vegetales ya existentes, como el bosque de acebuches del Pancaritat. Las casas de la finca, situadas a escasos metros de la ermita de Crestatx, se rehabilitarán y se prevé reconvertirlas en un centro de divulgación de la agricultura mallorquina. También se restaurarán los numerosos elementos etnológicos que aún resisten el paso del tiempo, como dos enormes albercas, la clastra principal y varios arcos, entre otros.