A. Simó Tomàs y el alcalde.

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El pleno del Ajuntament de sa Pobla aprobará este jueves un nuevo contrato de recogida selectiva puerta a puerta que sustituirá al sistema convencional de contenedores que hasta ahora se ha desarrollado en el municipio. El contrato prevé un coste anual de 1,3 millones de euros y se desarrollará durante seis años. Generará ocho puestos de trabajo, más el personal subrogado de la actual contrata, y la nueva maquinaria disponible tendrá capacidad para cubrir todas las calles de sa Pobla. Otro objetivo del contrato contempla un incremento de la frecuencia de la recogida de residuos voluminosos y pasará de uno a cinco días, además de mejoras en los servicios de la deixalleria. La licitación de este nuevo contrato tiene su origen en la huelga indefinida de recogida de basuras que los trabajadores de Alcúdia y sa Pobla convocaron en julio.

Uno de los acuerdos a los que se llegó para anular los paros fue la puesta en marcha de esta contrata, que recogerá la legalidad vigente del convenio sectorial de recogida y transporte de residuos sólidos urbanos. En el caso de Alcúdia está previsto que se sigan los mismos pasos en el pleno del mes de octubre, tal y como se acordó en las negociaciones para desconvocar la huelga.

Otra de las lacras que padecen los municipios que tienen otras localidades vecinas donde ya se aplica la recogida domiciliaria es el llamado ‘turismo de basuras'. El regidor de Serveis Urbans, Antoni Simó Tomàs, calcula que «con la desaparición de los contenedores lograremos reducir hasta el 25 % el turismo de basuras y la recogida a domicilio de los residuos por fracciones nos permitirá aumentar los porcentajes de reciclaje hasta el 60 %». El alcalde Llorenç Gelabert manifiesta que «con el nuevo contrato ganaremos en sostenibilidad, en condiciones y servicio y también en el aspecto económico». Gelabert destaca que «es un objetivo programático del conjunto de partidos del Consistorio».