S’Albufera fue declarado parque natural en 1988 y es la zona húmeda más extensa e importante de Baleares. | C. MORENO

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La proliferación de plantas invasoras así como la salinización creciente de sus aguas han hecho mella en el parque natural de s’Albufera. Poner freno a esta degradación es el objetivo del nuevo proyecto que quiere poner    en marcha la Conselleria de Medi Ambient y que prevé realizar en cuatro años para recuperar los bosques de ribera característicos de este ecosistema.

El proyecto combina diferentes actuaciones que se van a prolongar en el tiempo debido a la dificultad de la realidad del parque. Por una parte, se contempla eliminar las especies invasoras como la caña americana y repoblar el entorno con plantas autóctonas que sean resistentes a las plagas. Por otra parte, se pretende recuperar los flujos hídricos de agua dulce en el parque. Para ello, se crearán «derivaciones de agua dulce para que llegue con más intensidad a las zonas repobladas», especifica el proyecto de Medi Ambient que prevé para su ejecución un presupuesto total de 1,4 millones de euros.

Eliminar la caña americana será una de las tareas principales ya que debe hacerse con desbrozamientos selectivos para luego cubrir la zona con una malla ‘anti-hierbas’. Para su recuperación será necesario esperar casi dos años para poder retirar de nuevo la malla y proceder así a su reforestación con especies de plantas autóctonas adaptadas a la zona como puedan ser el ulmus minor o el prunus spinosa. Los olmos serán de variedades también resistentes a la grafiosi, señalan desde el Govern.

Por lo que se refiere a la conducción de agua dulce, el proyecto contempla la creación de dos derivaciones hídricas entre el torrente de Sant Miquel y es Forcadet por una parte, y en el canal de sa Siurana por otra. Así se habilitarán compuertas reguladoras de los flujos de agua como las que ya existen en otros puntos del parque y que tienen por objetivo nutrir de agua dulce entornos donde ahora están salinizados y no permiten que crezcan las plantas propias. Estas dos actuaciones pueden contribuir también a la adaptación del parque al cambio climático ya que «pueden incrementar la capacidad de ajuste de los sistemas naturales    y a sus impactos para así mitigar sus posibles daños», además de crear nuevos espacios reforestados en áreas degradadas.

El pasado mes de abril, Medi Ambient ya inició una segunda fase de restauración del bosque de ribera en la zona del Pont de Ferro del parque con la intención precisamente de eliminar la caña invasora. Precisamente la Unión    internacional para la conservación de la naturaleza considera la caña como una de las 100 especies animales o plantas más peligrosas por la capacidad de invasión y alteración de los hábitats.