Entre las variedades tintas, destaca el aumento de la Gargollassa y de Merlot, así como el descenso en Manto Negro (foto superior) | Miquel Torres

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La DO Binissalem ha finalizado la vendimia de 2022 con unos resultados que han supuesto un aumento de la producción global de un 2 por ciento en relación al ejercicio de 2021.
A pesar de las elevadas temperaturas registradas y de la sequía sufrida en estos 50 días de vendimia, los viticultores y bodegueros han valorado «positivamente la calidad y el excelente estado sanitario de esta campaña», según explican en un comunicado.

Desde que comenzaron los trabajos el 9 de agosto y hasta el pasado martes las doce bodegas que conforman la DO Binissalem han realizado un total de 589 viajes de uva (entradas de uva a las bodegas) que han supuesto un total de 1.248 toneladas. De estas, el 66 por ciento corresponden a variedades tintas, mientras que un 34 % pertenecen a variedades blancas. De estas, el 62 % han sido de variedades locales. Manto Negro representa el 54 % de las variedades tintas, mientras que Moll aporta el 64 % de las blancas.

El conjunto de variedades tintas ha experimentado un descenso de producción del 9 %, con un comportamiento irregular relacionado con la variedad y la parcela, además de las condiciones meteorológicas con elevadas temperaturas y sequía extrema. En cambio, las variedades blancas han aumentado su producción en un 34 %, con un incremento de la Moll en un 41 %. Las doce bodegas de la DO están repartidas en los municipios de Santa Maria, Consell, Binissalem, Santa Eugènia y Sencelles.