Los alcaldes son contrarios a la prueba, que cerrará la carretera de Lluc toda la mañana. | C.M.

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La celebración de un rallye este sábado ha causado malestar en los municipios de Selva y Escorca. Sus alcaldes, Joan Rotger y Antoni Solivellas, critican que la prueba automovilística se ha organizado sin contar con el apoyo de los ayuntamientos e indican que provoca perjuicios económicos y molestias a los vecinos. Por esta razón, tanto Rotger como Solivellas han informado en contra de la celebración del rallye que, sin embargo, cuenta con el visto bueno de otros organismos, por lo que el Consell ha autorizado la carrera. Antoni Solivellas lamenta que «los informes municipales no sean vinculantes y no entiendo porqué nos hacen perder el tiempo» y añade que «la prueba implica el cierre de la carretera de Caimari a Lluc durante toda la mañana del sábado lo que supone la paralización de la actividad económica en el municipio. Hoy –por ayer– había en Escorca 14 autocares de turistas y los comerciantes y restauradores ya han mostrado sus quejas por el cierre de la carretera el sábado».

Sin consenso

Por su parte, el alcalde de Selva, Joan Rotger, también ha informado en contra del rallye que llega a su municipio por Biniamar, cruza Selva y recorre Caimari. Rotger indica que «la prueba ocasiona muchas molestias a los vecinos» por lo que reitera su «malestar con la organización por no haber contado con el Ajuntament para consensuar las fechas y horarios».Solivellas recuerda que «el Ajuntament d’Escorca pactó unas normas con la Federación Balear de Automovilismo para provocar las menos molestias posibles, pero estas normas no se han respetado para la prueba del sábado».

Desde el departamento de Carreteres del Consell recuerdan que son simples tramitadores de las autorizaciones (si todos los informes vinculantes son positivos deben dar permiso). Aún así, y con el objetivo de intentar llegar a un acuerdo entre organización y ayuntamientos, ha convocado una reunión para este mediodía.