Los miembros del Consistorio junto a los a los distinguidos y sus familiares.  | MANACORMANACOR

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«Vuestro trabajo ha contribuido a hacer el pueblo un poco más grande». Con estas palabras el alcalde de Manacor, Miquel Oliver, agradecía ayer la trayectoria vital y profesional de Cristòfol Pastor (Pífol); Margalida Cortès; Montserrat Ferrer y Sebastià Sansó. Los cuatro fueron proclamados hijos predilectos de la ciudad en un pleno marcado por    una importante carga emotiva y también por la espontaniedad de Pífol. Los cuatro manacorins homenajeados son personas muy conocidas en la ciudad que proceden de ámbitos bien diferentes como son la cultura, el mundo empresarial o el tercer sector. Personas valientes y perseverantes en sus cometidos, como recordó Oliver al destacar la «excelencia de nuestra gente».

Persona única y valiente es sin duda Cristòfol Pastor Pífol que, a sus 102 años, no dudó en subir a pie la escalera hacia la sala de plenos donde tuvo lugar el acto. Catalina Riera, como ponente, repasó su extensa trayectoria tanto desde la vertiente profesional como cultural, a través de sus caricaturas, dibujos y el teatro. «Ha vivido la vida intensamente, ha vivido Manacor», destacó al recordar que 102 años dan par a mucho y como, con su característico sentido del humor, ha contribuido a mejorar la ciudad. Por su parte, el pleno también aprobó por unanimidad la declaración de hija predilecta a Maria Montserrat Ferrer, mujer pionera en su trabajo que durante 28 años fue secretaria comercial de alta dirección de perlas Majórica. Nuria Hinojosa, que defendió su nombramiento, recordó que su trabajo también ayudó a la incorporación de tantas y tantas perleras al mundo laboral y contribuyó a tomar conciencia de la necesaria conciliación laboral y familiar.

La regidora Antònia Llodrà fue la ponente para defender el nombramiento de Margalida Cortès como hija predilecta.    Una mujer «botiguera y barracanera de toda la vida», apuntó. El trabajo de Cortès en el tercer sector y en especial en la Cruz Roja es reconocido en la ciudad, además de colaborar de manera siempre altruista con los servicios sociales, las monjas Benedictines o Can Ganzà. El pleno también proclamó hijo predilecto al historiador Sebastià Sansó a título póstumo. Sansó, que murió hace ahora un año, contribuyó de manera clara al estudio y análisis de la historia contemporánea de Manacor a partir de investigaciones tanto demográficas como sobre las principales industrias de la ciudad (las perlas y la madera.). Sus familiares recogieron la distinción.