«Estamos desesperados e indignados, llevamos tiempo advirtiendo de la situación y no hacen nada. Prácticamente cada fin de semana o vigilia de festivo pasa algo, hasta que algún día pase una desgracia más grande como un incendio», dice Suau.
El último incidente ocurrió este jueves 8 de septiembre. Suau relata que «dos embarcaciones cuando regresaron a puerto después de haber finalizado la jornada de trabajo no encontraron ni los amarres ni las guías. Pasó a plena luz del día, entre las 7 y las 14 horas.
El vandalismo en los puertos de Baleares creció exponencialmente con el final de la declaración del Estado de Alarma en el inicio de la pandemia. Los pescadores han tratado sin éxito de convencer a Ports IB para que instale cámaras de vigilancia y cierre el recinto para que sea solo accesible para los pescadores.
«Todos los fines de semana hacen botellón, tocan los aparejos e incluso encontramos colillas en las redes o en las barcas. Hace quince días destrozaron las nasas que se utilizan para el pulpo. Ya denunciamos públicamente la situación en junio de 2021 y en aquél momento Ports IB prometió que instalaría cámaras y que firmaría un convenio con la Guardia Civil y el Ajuntament de Pollença para que la Guardia Civil y la policía local pudieran hacer vigilancia pero nada de eso se ha llegado a hacer. Estamos desesperados. Este verano hemos encontrado redes cortadas (para quitarles los plomos y los corchos)», concluye Suau.
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