Camino empedrado y bordeado por 'marges' de 'pedra en sec'. | Consell de Mallorca

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Los marges son muros de contención del terreno que como tales están considerados elementos estructurales verticales que deben ser capaces de resistir la presión de la tierra y a vez permitir la filtración de agua. Todos tienen inclinación, nunca están a plomo. Las piedras de mayor volumen se ponen en las primeras hiladas y se va reduciendo el tamaño a medida que se va subiendo en altura.

Aquí les explicamos los requisitos básicos que según la nueva Ley de la Serra de Tramuntana deberán cumplir los marges en la zona. Posiblemente lo más conocido de este elemento construido con una técnica ancestral que se practica dentro y fuera de Mallorca (la de la pedra en sec), es que las piedras se sujetan unas a otras sin utilizar mortero ni ninguna otra pasta de unión. De ahí su nombre.

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En la redacción de la nueva Ley de la Serra el Consell se ha dejado asesorar por el Gremio de margers de la Isla para definir los requisitos que deberán tener todos los marges de Tramuntana. La construcción de un marge comienza por sus cimientos. Requiere de la excavación de terreno hasta llegar a la roca madre o bien hasta un nivel que permita una consistencia suficiente para evitar desplazamientos. La primera hilera (la de piedras de más tamaño) queda así siempre por debajo del nivel del terreno. Las piedras se colocan de mayor a menor tamaño inclinadas hacia el interior. Entre la pared de piedra que se va construyendo y el terreno se pone una capa de relleno (reble) que está formada de piedras, nunca inferiores a 5 centímetros de largo, para facilitar el drenaje. Esta capa de relleno tiene como mínimo una amplitud de 80 centímetros en la base y de 40 centímetros en la parte superior.

El paredat y el rejuntado, han de cumplir unos requisitos básicos. Las piedras se colocan siempre una sobre otra por la parte más larga (coa) de manera que la parte más corta (cara) quede visible en el paramento. Cada piedra tiene que tener contacto o fricción con las piedras que la rodean y sus bordes no deben coincidir con los de la hilera inferior para evitar la formación de columnas que podrían debilitar la construcción. En general se evitan las piedras planas y verticales salvo las capginyes (columnas de separación de un marge restaurado con la parte vieja) o los coronamientos, que generalmente se ponen en vertical. Las piedras se disponen en abanico o en diagonal para distribuir también diagonalmente las cargas.

En cuanto a las juntas debe asegurarse siempre la fricción entre las piedras buscando la mayor superficie de contacto para evitar su movimiento. Existen marges de junta amplia (donde no se busca una fricción perfecta entre piedras y se usan piedras poco trabajadas) y marges ajustados o encajados en los que las juntas entre piedras buscan la máxima fricción. Las piedras de estos marges están muy trabajadas incluso con caras aplanadas.