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Tras la calma producida por la pandemia han vuelto a los municipios del Pla la inocentadas de los quintos. En Petra, Sant Joan, Montuïri o Maria de la Salut a primera hora de la mañana, entre la niebla y la oscuridad los operarios municipales ya trabajaban para eliminar alguna de las endemeses de los quintos.

En Sant Joan cortaron el tráfico en una de las calles principales instalando un catafalco que el Ajuntament tenia en la plaza des Centro. Pero fue delante del Ajuntament donde arrojaron varias balas de paja esparciendo la paja por toda la calle y colocaron plantas que cogieron del centro de la tercera edad. En Montuïri este año los quintos nacidos en 2002 fueron más ocurrentes e instalaron en la plaza un pequeño árbol de Navidad con imágenes y frases del alcalde y cuatro de los regidores del equipo de gobierno. También pintaron sus nombre en la calle de Costa i Llobera.

En Petra el que se salvo de las quintadas este año fue la escultura de Sant Juniper Serra. Los jóvenes este año se dedicaron básicamente a esparcir la basura que los vecinos tenían en las calles para la recogida selectiva puerta a puerta y a colgar carteles comparando el alcalde Salvador Femenias con Einstein.

En Maria de la Salut, este año los quintos también se comportaron ni provocaron los altercados de otros años. Cortaron un naranjo y lo colocaron delante del Ajuntament junto con palés de obra. También colgaron algunas imágenes del alcalde acusándole de haber realizado una copiosa comida en ses Torres de Ariany i no haber pagado la cuenta. En definitiva parece que tras la pandemia los quintos han optado por la contención y la calma.