La hostelería de sa Calobra y Tuent teme pérdidas si se alarga el cierre de la carretera

El Ajuntament de Escorca ha comenzado a expedir justificantes a los propietarios de viviendas en estos núcleos del municipio, a los trabajadores de sus negocios y a las empresas cuyos operarios realizan estos días reformas o tareas de mantenimiento en estos establecimientos, para que puedan circular por la carretera. Desde que se derrumbó el muro de contención de piedra el martes, el tráfico está restringido a los residentes de Cala Tuent, sa Calobra y algunas viviendas aisladas, y en ningún caso pueden circular con vehículos pesados.

El cierre de esta carretera ha paralizado obras de reforma. «No pueden venir camiones a recoger los escombros, y si abrimos, los distribuidores no nos traerán suministros como bebidas o helados si no pueden bajar con sus vehículos», apunta Jaume Celià, propietario del restaurante Es Vergeret, de Cala Tuent. En su memoria planea la experiencia vivida hace una década, cuando «la carretera que une Lluc y sa Calobra se partió y estuvo cerrada tres meses».

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La misma preocupación tienen los seis restaurantes y cafeterías de sa Calobra. «Ya habíamos abierto porque hay bastante turismo alemán que viene con coche de alquiler, pero he tenido que volver a cerrar; la solución a este derrumbe se tiene que poder arreglar en pocas semanas, pero es necesario hacer una revisión de todos los marges de las carreteras de la Serra», apunta Pere Vicenç, del restaurante Es Port.

El alcalde de Escorca, Antoni Solivellas, reivindica que «la solución que tome Carreteras sea rápida, para poder reabrir la vía, y una vez abierta ya discutan si el muro se debe reconstruir con hormigón o pedra en sec». El presidente del Gremi de Margers, Lluc Mir, discrepa de esta última cuestión, y considera que debe reconstruirse la pared de piedra como se hizo antaño. «Pedimos que se reconstruya con pedra en sec, que se respete esta técnica que es Patrimonio de la Humanidad; no tiene ningún sentido hacer un muro de hormigón y recubrirlo de piedra».

Todos ellos recuerdan que el marge que se ha derrumbado ahora «fue parcheado con hormigón de manera provisional hace seis años, y no se hizo bien, añadió más peso a la pared». Desde el Departament de Carreteres del Consell, los técnicos ya trabajan sobre el terreno para plantear una solución que aporte seguridad a esta transitada carretera. Las obras se harán por vía de urgencia para agilizar los trámites.

Punto de vista

Una obra de gran calado

Francesca Marí

El desprendimiento en sa Calobra me recuerda al que ocurrió hace ahora cuatro años en la carretera de Caimari a Lluc donde se hundieron 20 metros lineales de asfalto. La reconstrucción de aquel muro, en pedra en sec, se alargó unos siete meses. Ante esta situación, es normal la preocupación que muestran los empresarios de la zona ya que el inicio de la temporada está al caer y el propio Consell reconoce que esta será una obra compleja.