La exposición Abric i Coratge, de la fotógrafa Núria Sánchez, recoge 29 instantáneas «de partos, pospartos, de depresión, de duelo, de cuidadoras de hijos con alguna discapacidad... En definitiva, historias duras que, normalmente, se viven en silencio», según palabras de la regidora d'Igualtat en Manacor, Carme Gomila. De hecho, el objetivo de esta exposición es, precisamente, visibilizar estos trabajos, que aún hoy en día, recaen sobre las mujeres. La inauguración de la muestra se convirtió ayer en el acto central del Día de la Mujer del Ajuntament de Manacor.
La calle Sínia dels Frares es una de estas vías de la ciudad que acoge varias fotos que muestran diferentes situaciones de mujeres que cuidan de niños pequeños, personas dependientes o que se someten a un tratamiento de fertilidad. Durante la presentación, Sánchez se ha emocionado al recordar el proceso del proyecto y ha agradecido a las protagonistas que «me abrieran sus casas y me permitieran formar parte de su día a día». El trabajo Abric i Coratge «es un homenaje a todas ellas para mostrar su empoderamiento, su capacidad de gestión, su valentía y su estima a la hora de cuidar», según la autora de la exposición.
Las casi 30 fotografías que se han colocado en las paredes de la calle Sínia dels Frares, Joan Lliteres o en la Ronda del Port de Manacor y en la Ronda de l'Oest de Porto Cristo buscan que sea inevitable que las personas que pasean por estas vías contemplen las imágenes y conozcan un poco más las situaciones que vive cada una de estas mujeres. Las imágenes van acompañadas de un código QR mediante el que se puede leer la historia que recoge la fotografía.
Pero además de servir de herramienta para concienciar sobre las realidad de muchas mujeres, la exposición fotográfica también pretende acercar el arte a los ciudadanos. La regidora Carme Gomila ha anunciado hoy que no hay fecha para la retirada de la vía pública de estas fotos.
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Bien por esta exposición en la que se puede expresar de una manera u otra el trabajo de un cuidador/a aunque dudo que se demuestre lo que puede llegar a sentir un cuidador (soledad, tristeza, angustia, agotamiento, no tener ganas de vivir y un largo etcétera). Desde fuera se puede pensar "oh, qué bien, cuidando a tal familiar, qué bonito". ¿Y quién cuida o mima al cuidador? ¿Quién le da un descanso? NADIE. En el centro de salud los trabajadores sociales te dicen que se puede solicitar una estancia temporal para descanso del cuidador y cuando la solicitas nada tiene que ver con lo bonito que te lo han pintando al principio: no es posible. Perfecto. Si "cae" el cuidador... a ver qué pasa.