Des del consistorio, el regidor de Comunicación, Miquel Paqual, explica que los vecinos del pueblo, especialmente los de la urbanización de sa Coma, llevan tiempo molestos por la situación en que cada fin de semana se encuentra el merendero. Y es que, según el ayuntamiento, «cada fin de semana se encuentran con una situación de descontrol, ruido, música alta y fiesta».
Además manifiestan un gran problema de «sobresaturación» de la zona y «no de gente de Bunyola, que no tiene cultura de ir al área», cuenta Pasqual. Esta sobresaturación no afecta sólo a la zona de merendero sino que llega también a la carretera, donde se acumulan los coches mal aparcados que provocan problemas de tráfico y en dónde la Guardia Civil ya ha tenido que actuar en alguna ocasión.
Este cierre, que empezó el pasado fin de semana no tiene efecto de lunes a viernes, cuando sí se abre el área. «La Policía Local de Bunyola es la que se encarga del cierre durante la semana. Hay falta de efectivos por parte de la Conselleria, que no pueden ejercer la labor de vigilancia, lo que obliga a tomar esta decisión.»
Esta drástica medida ha despertado reacciones adversas. Por una parte, los vecinos afectados por el exceso de ruido y gente se muestran satisfechos, mientras que los usuarios habituales lo consideran una irresponsabilidad al tratarse de una zona pública que debe poder ser aprovechada por todos. El Ajuntament considera que, como institución, «se debe a los vecinos», por lo que han trasladado su voluntad al Govern y, ahora, están satisfechos porque los vecinos lo están». Cada fin de semana casi 1.000 personas solían acudir al merendero de Joan March para pasar el día.
20 comentarios
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És més fàcil prohibir que posar sol·lucions, I que volieu d'aquest govern de l'Ajuntament, no saben fer res més que prohibir.
Gràcies amics d'es cono sur! Ho feu de marevella.
La tragedia de los [bienes] comunales (en inglés tragedy of the commons) es un dilema descrito por Garrett Hardin en 1968, y publicado en la revista Science. Describe una situación en la cual varios individuos, motivados solo por el interés personal y actuando independiente pero racionalmente, terminan por destruir un recurso compartido limitado (el común) aunque a ninguno de ellos, ya sea como individuos o en conjunto, les convenga que tal destrucción suceda.
TomeuTens tota sa raó
"mientras que los usuarios habituales lo consideran una irresponsabilidad al tratarse de una zona pública que debe poder ser aprovechada por todos" Cuando una cosa es gratis y lo que allí ocurra no afecte para nada en la vida de los usuarios todo se convierte en un desaguisado. Bien por el Ayuntamiento !!
¿Y entonces por qué se supone que pagamos con nuestros impuestos una cosa que se llama "policía"?
guillemTotalment d'acord, però respectant les normes mínimes de convivència i el lloc, els altres no tenen culpa de la falta d'educació d'aquestes gents. El que he dit, ni música, ni alcohol, ni foc... i les escombraries una altra vegada per a les seves respectives cases.
Quan a aquests llocs anaven els forasters era sostenible, però des que els del "asado", "reguetón" i "tomar" l'han descobert i s'han apropiat no queda més remei que prendre mesures dràstiques i radicals. I si no fan el mateix, tancar, amb Son Trias a Esporles aviat ocorrerà una desgràcia. Hauria d'estar, qualsevol dia de la setmana, el "asado", el " reguetón " i qualsevol tipus d'alcohol totalment prohibits sota multa severissima, es regularia sol...
La gent que viu a Ciutat es el 50% dels habitants de Mallorca, molta gent viu en barriades molt poblades amb poques places, carrers estrets, pocs arbres i pisos petits amb alta ocupació. La gent de Ciutat necessita espais d'esbarjo i contacte amb la natura, es humà i necessari per a la salut. Per això les diferents Administracions Públiques han de planificar la possibilitat de sortida ordenada de la gent de Palma amb transport públic, a peu o en bicicleta cap a zones d'oci i esbarjo. No cal que siguin zones verges i d’alt valor mediambiental, però n’hi ha d’haver i no és cap bona solució impedir els accessos a les zones i àrees d’esbarjo tancant els pocs llocs de contacte amb la natura a la gent que viu a Ciutat.
El problema es que se iran con la música a otra parte, o sea que nos quedamos igual pero el problema para otros. Control y multa al canto, y sino les gustan nuestras leyes, la puerta es muy grande, no hace falta la cierren ya lo haremos nosotros.