Las aeronaves han 'aparcado' en una finca rodeada de viviendas. | R.S.

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Indignación entre algunos vecinos de la Colònia de Sant Jordi por el aterrizaje, sin permiso, de cuatro helicópteros en una finca privada. Los residentes de la zona escucharon un fuerte ruido este jueves por la tarde y se alarmaron. Al salir de sus viviendas, comprobaron que las cuatro aeronaves habían ‘aparcado’ muy cerca de sus casas. Inmediatamente, dieron aviso a la Policía Local y a la Guardia Civil. El 112 también recibió decenas de llamadas.

Félix, uno de los vecinos, explicó indignado a Ultima Hora lo ocurrido: «Estábamos tranquilos en casa y de repente hemos escuchado que pasaban muy cerca muchos helicópteros. Nos hemos asomado corriendo y hemos visto que se paraban en la finca de al lado», apuntaba.

Tras el sorprendente aterrizaje, una quincena de personas que ocupaban los cuatro helicópteros «se han puesto a beber como si fuera lo más normal del mundo», sostuvo otra vecina de la zona. «Cuando han pasado creía que los árboles del jardín se caían. Nos hemos asustado mucho», recordó. La vivienda que ocupa parte de la finca pertenece a unos ciudadanos belgas que la han adquirido recientemente y, según relataron los residentes, en las últimas semanas se ha notado un incremento de entrada y salidas de turistas extranjeros.

Normativa

Fuentes aeronáuticas consultadas por este diario señalaron que la normativa por la que se regula la actividad de los helicópteros civiles es muy concreta. Sólo pueden aterrizar y despegar en los aeródromos, helipuertos o helipuertos eventuales especialmente autorizados. Así pues, no pueden hacerlo en el interior o en las proximidades de las aglomeraciones urbanas o inmediata vecindad de aeródromos, con excepción de los casos en que se efectúen operaciones de salvamento, de transporte sanitario de urgencia o preventivos de accidentes.

Para que puedan operar, este tipo de aparatos necesita disponer de una autorización de Operaciones de AENA y contar, para ello, de un plan de vuelo.

El plan de vuelo es obligatorio, de ahí que lo sucedido en la finca de la Colònia de Sant Jordi, según las mismas fuentes, no está amparado por la ley vigente al cien por cien.

También explicaron que este tipo de excursiones, que son reservadas por un tipo de cliente de alto poder adquisitivo, se realizan de forma periódica en espacio aéreo de Mallorca cada verano, siempre y cuando no interfiera el tráfico del aeropuerto de Son Sant Joan.

Son vuelos visuales y la procedencia de los helicópteros es amplia, ya que pueden venir desde Son Bonet o helipuertos existentes, caso de Sant Lluís (Menorca) y Binisalem, o de superyates que cuentan con una zona de aterrizaje y despegue. Muchas de estas excursiones se realizan de forma turística o para conocer fincas y zonas del litoral de Mallorca donde poder comprar o invertir en el sector inmobiliario. Los clientes de este tipo de vuelos son suizos, alemanes, austríacos, escandinavos y también estadounidenses, que han descubierto Mallorca y su interés por comprar un inmueble o finca en la Isla.

Punto de vista
Francesca Marí

Turismo de altos vuelos

Francesca Marí

Si bien desconocemos el objeto de la visita de la quincena de personas que ayer aterrizaron en helicóptero en una finca privada de la Colònia, todo apunta que podrían ser turistas o amigos de los propietarios. Lo que está claro es que este no es el canal habitual para hacer ‘visitas’, por lo que es normal que los vecinos se llevaran un buen susto y denunciaran el hecho ante las autoridades competentes. Sorprende que este tipo de vuelos no estén controlados y la permisividad de estos.