Sor Manoli y Sor Margarita ayer en la entrada de Sant Francesc d'Asís de Manacor. | Cati Amores
Manacor se queda sin una de las comunidades de religiosas más antiguas del municipio. La semana que viene las tres últimas monjas de la comunidad de Sant Francesc abandonarán el emblemático edificio de la calle Major. Una decisión que ha sido «dolorosa pero inevitable», como explicaba ayer Sor Catalina Rosselló, miembro del consejo general de la congregación, ente que ha tomado la medida.
«La falta de relevo generacional y el evejecimiento de nuestras Hermanas nos obliga a reestructurar nuestras comunidades», matizó. Sin embargo, reconoció que esta vez es diferente ya que no implica solamente un cambio de personas sino «cerrar con llave el centro de Manacor».
1 comentario
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... es una noticia agradable, las bajas por jubilación de estas entrañables personas... que descansen y se dediquen a sí mismas, que ya les toca... lo otro, ya lo han dicho, es inevitable... e inexorable... e imparable... evolución de la sociedad, de hecho...