Fallece Francisca Artigues, la madre de Miquel Barceló

Una mujer alegre y con mucha vitalidad

Descrita por su yerno como una mujer inspirada y siempre animada, lo que más le llamaba la atención era cómo mostraba ser una persona «alegre y con una vitalidad y un dinamismo que deshacen los guarismos de cualquier edad. Hiperactiva siempre, sólo se queja cuando le hacen las cuentas o cuando quieren darle la vuelta a la idea que ella ha imaginado antes de tejerla», señaló Bartomeu, en una entrada que le dedicó en su blog hace ya algunos años, con motivo de una exposición sobre telas pintadas y tejidas que iba a realizar Francisca en Suiza.

«He visto bordar a Francisca y puedo dar fe, al menos durante la última década, de las miles de horas que ha dedicado a tejer manteles, cortinas, almohadas… Peces y pulpos y pájaros y algas y corales y flores y hojas de adormidera de todos los colores. Los hilos de la caja de costuras delatan todos los tonos que brotan como un salto de aguas», indicó 'Balutxo' por aquel entonces.

En el ámbito familiar, era conocida como «la padrina». Bartomeu explicó que su labor le recordaba mucho a una hada madrina. «Su trabajo me recuerda al universal cuento que nos describe aquella mujer mágica y clandestina (ningún autor le ha sabido poner nombre) que se presentó en auxilio de la joven maltratada, encerrada con llave, privada de asistir a los tres bailes que se habían convocado para asistir y dar codicia a un príncipe azul desolado y engatusado. Será el hada madrina la que, como una mujer de agua deshinchada y alquimista, noche tras noche proveerá a la víctima para que salga victoriosa».