Aunque el estrés hídrico de los albaricoqueros a causa de la sequía hará que el fruto sea ligeramente más pequeño, no se espera que disminuya la producción. De hecho, se prevé que ésta supere la cantidad del 2023 - en el que se recogieron unas 11 toneladas de este fruto - y alcance las 15 toneladas. Así lo confirmó la gerente de la Cooperativa, Esperança Mora, que destacó que este hecho se debe a que «este año hay albaricoques de todas las variedades». En este sentido, cabe recordar que el año pasado no hubo apenas albaricoques de algunas variedades, como por ejemplo, la canino. El hecho de que este año lleguen albaricoques de todas las clases supone este incremento de casi 4.000 kilos respecto a 2023.
Pese a todo, Mora, aseguró que «vamos con pies de plomo ya que la sequía que hemos tenido este año puede repercutir en el fruto de la temporada que viene». Además de la sequía, otro de los problemas en el cultivo de este fruto ha sido la falta de frío. «Solo hemos tenido dos heladas durante el año y el albaricoque necesita unas 400 horas de frío». Las altas temperaturas han provocado también la proliferación del gusano cabezudo o escarabajo del frío, una plaga que ataca las raíces de los albaricoqueros y que la falta de frío ha hecho que tenga presencia durante todo el año «cuando lo normal es que esté presente solo en los meses de más calor». El insecto afecta a la raíz de los árboles y va matando ramas del árbol de forma progresiva por lo que sus consecuencias son a largo plazo.
Las variedades primerenca y rojo palabra han sido las primeras en llegar. Estos frutos suelen tener la pulpa blanca y aguada, lo que no permite que se desequen. Son especialmente buenas para comer en fresco y para mermelada. Se espera que a lo largo de estas semanas lleguen el resto de variedades - rojo carlet, canino, modesto o murtó -. Éstas son más versátiles y permiten múltiples usos. La variedad de galta vermella, la autóctona, será la última en llegar a las tiendas a final de junio. «De estos últimos ya tenemos reservas hechas desde hace tiempo para no quedarse sin», remarcó Mora. Estas previsiones dependerán, sin embargo, de las condiciones climáticas puesto que «una lluvia intensa ahora podría suponen un cambio de predicciones», matizaron desde la Cooperativa.
Porreres, por su buena topografía y hidrografía para este fruto, es de las zonas de Mallorca con mayor producción de albaricoque. Este hecho hace que sea tradición en el pueblo celebrar la fira del albaricoque, una muestra en la que se potencia y reivindica la identidad de este producto a través de su exposición. Este año la feria recupera uno de sus puntos fuertes, el concurso de xapar albercoc. «La gente de aquí lo pedía y este año parece que la producción nos permitirá llevarlo a cabo», explicó Mora. La feria se celebrará el próximo 15 de junio.
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