El núcleo urbano tiene el suministro de agua garantizado. | S. Cases

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El Ajuntament de Bunyola se ha visto obligado a volver a cerrar el suministro de agua en el extra radio debido al consumo excesivo de varios chalets. Se trata de la segunda vez en dos semanas que se tiene que tomar a esta medida para evitar que todo el municipio quede sin agua, ya que los depósitos se vacían más rápido de lo que se llenan.

Según informaron ayer desde el Ajuntament, esta es la única solución a corto plazo que se puede tomar para evitar que los depósitos municipales queden sin agua, aunque aseguraron que se está trabajando para encontrar una solución a largo plazo. Lo cierto es que se trata de un problema histórico del municipio, que no solo afecta a esta legislatura y que ha obligado durante muchos veranos a limitar el suministro. La situación estalla en verano, porque es cuando los inquilinos de algunas fincas aprovechan el agua de la red municipal para llenar piscinas y regar los jardines. Aunque desde el Ajuntament reconocieron que cerrando el suministro «pagan justos por pecadores», aseguraron que no hay otra opción a corto plazo.

El alcalde emitió la semana pasada un bando municipal advirtiendo que el consumo diario por persona no podía exceder los 200 litros, pero al no ser una normativa vinculante, no otorga capacidad sancionadora al Ajuntament. En ese sentido, el Consistorio ya está trabajando en el desarrollo de iniciativas y medidas para mitigar la situación a largo plazo. Entre ellas, se plantea la creación de una ordenanza que regule el consumo máximo permitido.

Que el extra radio de Bunyola sufra cortes de agua durante los meses de verano no es una novedad. La situación se remonta al menos a los años noventa, cuando la proximidad con Palma del municipio, hizo incrementar la presión urbanística y la cantidad de habitantes. Ello generó que el consumo de agua diario del municipio también aumentara y evidenciara la falta de recursos.