Imagen de la última de las diez sesiones del juicio.

TW
0

Tras diez sesiones de juicio, el ‘caso Playas’ por el supuesto amaño de las concesiones en Felantix quedó visto para sentencia en la Audiencia. El juicio acabó con un cierre de filas en bloque de las defensas de los siete acusados que niegan cualquiera de los delitos de fraude, prevaricación y revelación de secretos que impulsan las peticiones de cárcel que formula la Fiscalía: dos años para el exalcalde, Gabriel Tauler y cuatro para el antiguo concejal de Playas, José Ramón Vidal.

Buena parte de las tesis de descargo fueron comunes con un elemento clave: una sentencia del TSJIB que avalaba la tramitación administrativa y que sirve de base común para descartar que existiera una prevaricación. Se apuntaron a esa tesis en especial, la defensa del alcalde, la del secretario municipal y la del funcionario imputado. También se pusieron matices a la participación de cada uno: «El señor Tauler es un convidado de piedra en este juicio», dijo su abogado, Josep Zaforteza, que limitó el papel del máximo responsable municipal al de haber intentado cambiar el modelo para mejorar la gestión.

El punto más delicado para las defensas es la posible filtración de las bases a la empresa que ganó, supuestamente llevada a cabo por el concejal. «Es mi caballo de batalla», admitió su abogado, Gaspar Oliver. Niegan todas que se produjeran y quitan credibilidad a los testigos que así lo dicen: «Hay una lucha encarnizada entre dos sectores por las playas y estos señores mientes», según Oliver. «No hay prueba de que se entregaran, no tenemos cuerpo del delito», añadió Eduardo Valdivia, que representa a los empresarios.

Javier Llop, que representa al acusado por el supuesto atentado al Cucurutxo insistió en que fue un accidente y que, en todo caso, no una coacción porque no logró su objetivo: siguieron denunciando.