Desde 2007 las plantas superiores quedaron abandonadas y en 2011 el gobierno de Bauzá desestimó su reforma por ser 'irrecuperable'. | Juanjo Roig

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El viejo ambulatorio de consultas externas de la barriada del Blanquer de Inca albergará un centro cívico y otro de formación y ocupación, después de que el Ajuntament d’Inca haya concretado al Ministerio de Seguridad Social la extensión que se reservará para estos usos en el proceso de adscripción del inmueble al Consistorio. Se trata de un trámite necesario ya que no se cederá todo el edificio al municipio y se mantendrán los servicios de la seguridad social existentes.

De esta forma, en la planta baja continuará funcionando el Centro de Atención e Información de la Seguridad Social. Además, el Ministerio tiene previsto trasladar las oficinas de la Tesorería General de la Seguridad Social, hasta ahora ubicadas en Crist Rei. Por su parte, el Ajuntament ha solicitado la reserva de un total de 2.400 metros cuadrados repartidos entre las plantas sótano, baja, primera y segunda para poder albergar todos los proyectos previstos.

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La planta sótano (1.648 metros cuadrados) se dedicará a aparcamientos, almacén y accesos. En la parte municipal de la planta baja (475 metros cuadrados) se ubicarán oficinas municipales y un ‘casal de barrio’. La planta primera (940 metros cuadrados) se preparará para oficinas administrativas y el centro de formación y ocupación, mientras que la planta segunda, con la misma superficie que la primera, acogerá el centro cívico y una sala multifuncional. En la planta cubierta se situará la sala de máquinas.

El ambulatorio de consultas externas dejó de prestar servicio en 2007, tras la apertura del Hospital Comarcal de Inca, hasta acoger solo un área de Salud Mental, que acabó cerrando por los problemas con las inundaciones que padecía. En 2011 se planteó la posible reforma del edificio con una superficie construida de 5.479 metros cuadrados, pero el Govern presidido por José Ramón Bauzá lo desestimó y consideró «irrecuperable» el inmueble. En 2013 quedó desafectado y la propiedad regresó a la Tesorería de la Seguridad Social, que comunicó la posibilidad de venderlo en subasta.
Desde hace más de un lustro se ha intentado recuperar la actividad del antiguo ambulatorio, pero las trabas burocráticas lo impedían. El año pasado, gracias a una modificación legal, se pudo realizar esta adscripción parcial en lugar de una cesión.