Baile de los Cossiers de Algaida.

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Algaida ha vuelto a revivir este miércoles con intensidad una de sus estampas más características, el quadrat de los Cossiers. Los bailarines realizan cada año este acto el día de la revetla de Sant Jaume rodeados y seguidos por numerosos vecinos que les acompañan en su vuelta por distintas localizaciones del pueblo.

Rondaban las 19 horas cuando se ultimaban los preparativos y se empezaba a llamar al pueblo a la fiesta. Los seis Cossiers , la Dama y el Dimoni salían a las 19:30 horas de la sede de la Obra Cultural Balear donde ya les esperaban numerosos vecinos. De allí, a la plaza, donde se vivió uno de los momentos más álgidos de la jornada. Centenares de personas vestidas con la camiseta de las fiestas, de color blanco, les arropó para el primer baile.

Las calles se inundaron del aroma de la albahaca y el sonido del picarol del Dimoni, que corría detrás de los más jóvenes y se hacía un hueco entre la gente que seguía a los Cossiers. Ya metidos de lleno en el recorrido por las distintas calles del pueblo, danzaron y contagiaron de color, fiesta y alegría a todos los vecinos. La música de fabiols, xeremies y tamborinos no paró de sonar durante toda la tarde.

Els Reis, Flor de Murta, Dansa Nova, Obriu–nos o Margançó fueron otras de las danzas que se interpretaron a lo largo de la tarde. No acabaron su vuelta hasta pasadas las nueve de la noche. Como siempre, Titoieta fue el último baile y, de nuevo en la plaza, cerró el espectáculo con los Cossiers y la Dama venciendo al demonio. Para el Cossier, Toni Barceló, el quadrat de este año fue aún más especial puesto que se jubila este año.

Tras el Quadrat, la fiesta continuará con una verbena popular en Ses Escoles y fuegos artificiales.