El proyecto contempla instalar en la playa de Cala Millor un total de 10 zonas de duchas y lavapies con agua del mar. | R.P.F.

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El Ajuntament de Sant Llorenç ha apostado, una vez más, por la sostenibilidad y por el medio ambiente y ha impulsado diversas actuaciones destinadas a fomentar el ahorro del agua potable, sobretodo en la zona costera para frenar la delicada situación de sequía que se vive en la Isla. En esta línea, el Consistorio llorencí ha redactado un proyecto, que presentará a los fondos del impuesto turístico sostenible (ITS), que tiene como objetivo reducir el consumo del agua potable.

De esta manera en Cala Millor se contempla la habilitación de un total de 10 zonas de duchas y lavapies que utilizarán agua del mar en lugar de agua potable, como se usa actualmente y que, con esta medida, supondrán una reducción anual de más de 950 metros cúbicos de deste recurso. Ahora hay cinco duchas.

Según ha explicado a este periódico el alcalde de Sant Llorenç, Jaume Soler, «se trata de una actuación importante para el medio ambiente ya que conlleva un ahorro anual de agua considerable. La iniciativa nace de la necesidad de reducir el consumo y las fugas de agua potable que, sobretodo en verano, presenta unos valores muy elevados en la zona turística».

El proyecto en el que está trabajando el Ajuntament ya cuenta con el visto bueno del Govern, de los departamentos de Recursos Hídrics, Sanitat y de Costas ya que se pretende dar un impulso a la sostenibilidad y a la reducción del consumo de agua potable. El objetivo es ofrecer el mismo servicio pero con agua del mar que retorna al medio una vez que se ha utilizado. Los ayuntamientos pueden presentar sus proyectos al ITS hasta el próximo día 5 de septiembre para un turismo sostenible y de calidad.