El hijo del activista, Joan Tomàs Martínez, tuvo unas palabras de agradecimiento. | Francesca Marí

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La estación del tren acogió este domingo por la tarde un pleno extraordinario con un único punto en el orden del día: el reconocimiento como hijo adoptivo de Sant Llorenç a Tomàs Martínez Miró, activista cultural y social fallecido el pasado mes de febrero. La sesión plenaria, con gran carga emotiva, fue conducida por el alcalde Jaume Soler, que explicó el reglamento sobre las distinciones honoríficas municipales y destacó la tarea social y cultural que realizó Martínez en pro del municipio llorencí.

Por su parte, el regidor de Cultura, Miquel Font, fue el encargado de explicar los motivos por los cuales el Ajuntament había decidido conceder este reconocimiento a título póstumo como hijo adoptivo, a una persona que miraba y estudiaba el pasado mientras tenía vivo el presente. «Tomàs miraba hacia atrás. Testigo son las numerosas publicaciones sobre la tierra, la lengua y la cultura que nos ha visto nacer» recordó Font al enumenar algunas de ellas como el Pronòstic. Calendari per a Mallorca, el Calendari llorencí o las notas para el estudio sobre la vida y obra de Sebastià Gelabert. El responsable de Cultura también destacó la investigación de Tomàs Martínez sobre las fiestas de Balears o su implicación en la plataforma para recuperar el tren al Llevant.

No faltaron referencias a su labor al frente de la asociación per al Foment de l'Agricultura Ecològica o la participación del activista en el grupo de havaneras Arpellots o en la Coral llorencina. Su última investigación sobre las Neules, también fue recordada como «amor a nuestro legado». «Un maestro polifacético que quiso formar parte de la vida política, social y cultural de nuestro municipio», sentenció.