La nave de la estación de Son Carrió, que será la sede del museo ya alberga trenes históricos

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El futuro museo del ferrocarril con sede en la estación de tren de Son Carrió, reivindicado hace años, ha dado un paso adelante. El Ajuntament de Sant Llorenç ha adjudicado esta semana, por 1,7 millones de euros, el proyecto museístico que tiene como objetivo principal proteger y reivindicar la historia y todo este patrimonio ferroviario además de revitalizar este espacio de la mano de las tecnologías más avanzadas. Se trata de un proyecto que será financiado con los fondos europeos. El alcalde de Sant Llorenç, Jaume Soler, ha confirmado la puesta en marcha de este proyecto y además ha destacado que se ha adjudicado a la UTE Estel de Llevant la restauración de tres vehículos ferroviarios por un total de 244.000 euros. De esta manera lo que se pretende es dotar de mejores y más cuidados contenidos al futuro museo del ferrocarril.

Este proyecto fue impulsado hace muchos años por la Fundació Ferrocaib y cuenta con el apoyo de los ayuntamientos del Llevant. Actualmente la nave está siendo utilizada como almacén. Es propiedad de Serveis Ferroviaris de Mallorca(SFM) pero se cedió el uso al Ajuntament a través de un convenio. El proyecto presentado contempla la transformación de este espacio en un centro de formación ocupacional, espacio museístico con sala de exposiciones y taller de reparación móvil. El contrato mixto de servicios y suministro para el desarrollo, ejecución e instalación de los elementos, que constituyen el proyecto museístico del ferrocarril, se ha adjudicado a la empresa Produccions Transversal S.L por 1.736.350 euros.

Este proyecto pondrá en valor las piezas de la colección y la propia memoria del ferrocarril. Se trata de crear una experiencia en base al patrimonio y llevar a cabo una atractiva propuesta turística. Así el museo debe concebirse como una institución educativa que permita conocer la historia y el impacto social y económico que ha tenido el transporte ferroviario. Otro de los objetivos es la diversificación de la oferta que genere un crecimiento económico con una alternativa turística responsable basada en el patrimonio y la cultura. También es una manera de promocionar el transporte público acercando a la población una movilidad sostenible. Por otra parte también se promueve la inserción social, en el equipo de gestión, de personas en situación de vulnerabilidad.