Los postes para instalar seis cámaras en el Mirador de ses Barques llevan tres meses abandonados en una explanada. | Indignats Ma-10

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La plataforma Indignats Ma-10 denuncia que la situación con las carreras ilegales en las carreteras de la Serra de Tramuntana «sigue siendo la misma de siempre o peor». La entidad advierte de «accidentes de moto contra autobuses, contra coches, contra otras motos, jóvenes muertos o malheridos, conductores, visitantes y senderistas atemorizados,…»

También lamentan que «las cámaras que la Guardia Civil, de acuerdo con el Consell, tenía que instalar en la zona del Mirador de ses Barques, uno de los puntos más conflictivos de la Ma-10, están a la espera de que alguien instale los soportes metálicos que hace más de tres meses están amontonados en un lado de la explanada». Mientras tanto, «los delincuentes, convencidos de su impunidad, continúan delinquiendo y convierten el corazón de la Serra de Tramuntana en uno de los peores infiernos imaginables, de día y de noche, poniendo en peligro la vida de los ciudadanos que la transitan y agrediendo de forma ilegal una de las zonas medioambientales, supuestamente, más protegidas de Mallorca».

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En cuanto a las cámaras del Mirador de ses Barques recuerdan que «la Guardia Civil se negó a que pudieran medir el ruido y la velocidad, porque según la propia Benemérita ya se efectúan mediciones en las que se constata que la velocidad media de estos vehículos solo es de 35 km/h, y que la sensación de ruido se debe a una percepción alterada de los vecinos relacionada con la proximidad con la carretera».

Desde Indignats Ma-10 relatan que «el paso de motos manipuladas ilegalmente y que circulan a toda velocidad como si de una carrera o un entrenamiento se tratase, comienza a las nueve de la mañana y se alarga hasta el final del día, momento en el que arranca el turno de los coches». En el caso de los coches, «las carreras y entrenamientos se prolongan hasta altas horas de la madrugada, perturbando el descanso de los vecinos y de las especies altamente protegidas. A menudo, los conductores de coches que deben salir de un aparcamiento procedentes de un restaurante o de actividades de senderismo deben hacer sonar su claxon desesperadamente para que las motos dejen de poner en peligro su integridad y poderse incorporar a la carretera».

Indignats Ma-10 acusa a diversas entidades y representantes políticos del «silencio sospechoso» ante esta situación. Entre ellas figuran el GOB, la UNESCO y la Protectora de Animales. La plataforma insiste en la inacción «del nuevo delegado del Gobierno, Alfonso Rodríguez Badal, que en los nueve meses que lleva en el cargo aún es la hora de que se pronuncie sobre este histórico asunto». También mencionan «el silencio de la Conselleria de Medi Ambient y sus agentes rurales; de la directora de la DGT, Francisca Ramis, que además niega esta evidente y calamitosa situación; de la Guardia Civil, que no hace caso de las denuncias telefónicas de los vecinos afectados y que en ocasiones hasta se atreven a intimidarlos y de la presidenta del Govern, Marga Prohens, que al igual que su antecesora, no ha dicho ni una palabra sobre esta lacra».