La lluvia ha sorprendido a los participantes en la Pujada a Lluc a Peu de la Part Forana a poca distancia del Santuario de Lluc, pues ha comenzado a llover hacia las seis y media de la mañana, cuando la mayoría ya habían llegado o recorrían los últimos kilómetros tras haber caminado toda la noche.
La participación en esta tradición ha sido elevada, con más de cinco mil personas inscritas que han recorrido distintas rutas desde 45 municipios de Mallorca hasta llegar a Lluc, donde han sido obsequiados con chocolate caliente preparado por la Associació Antics Blavets de Lluc y servido por las familias de los actuales alumnos de la Escolania de Lluc, los Blavets y Blavetes de este año.
El prior de Lluc, Marià Gastalver, el diácono Toni Moreno, y diversos colaboradores han recibido a los primeros peregrinos, que han llegado al Santuario de Lluc antes del amanecer. Las puertas de la basílica se han abierto a las 5:30 horas para todo aquél que quisiera visitar el cambril de la Mare de Déu de Lluc, como es costumbre. Otros se han refugiado de la lluvia en los pasillos del Santuario, en las cafeterías o descansando bajo los porches, exhaustos, pero contentos por haber cumplido de nuevo con una tradición que requiere no solo fe, sino también un importante esfuerzo físico, sobre todo para los que llegan de más lejos, como el presidente del Consell, Llorenç Galmés, que había salido sobre las 15:30 horas de la tarde desde Cala Figuera de Santanyí, a casi 80 kilómetros de distancia de Lluc.
La salida oficial ha tenido lugar en Inca, a las 5:30 horas desde la Plaza des Bestiar. En ella han tomado parte numerosos ciudadanos y también alcaldes como el de Inca, Virgilio Moreno, y la alcaldesa de Santanyí, Maria Pons. También se han sumado a la celebración en el Santuario, como el alcalde de Escorca, Antoni Solivellas; el de Marratxí, Jaime Llompart; el de Muro, Miquel Porquer, la consellera de Presidencia del Govern, Antònia Estarellas, o la portavoz socialista en el Consell, Catalina Cladera, entre muchos otros rostros de la política.
Los primeros en llegar, a las 5 horas de la madrugada, han sido dos veteranas, Apolonia Rotger y Maria Oliver, y dos jóvenes, Toni Mir y Marc Bestard, de Sóller. También han sido madrugadores Albert Ramon y Carlos Villa, que habían salido a las 16 horas desde Esporles y han llegado a Lluc a las 6 h de la mañana. A partir de esa hora no han cesado de llegar grupos que luego se han quedado en el Acolliment para participar en la tradicional ofrenda.
Entre los obsequios que han llevado los peregrinos había flores para la Mare de Déu de Lluc, pero tal y como había pedido la organización, la Associació d'Antics Blavets de Lluc, los representantes de todos los pueblos han llegado cargados de alimentos que se distribuirán entre los más necesitados. Mientras sonaba la música de los xeremiers y los gegantons de sa Pobla bailaban, el prior de Lluc y el presidente de los Antics Blavets, Llorenç Gelabert, han ido recogiendo las cajas y cestas llenas de pastas, galletas, fruta, aceite y otros alimentos que se destinarán a fines solidarios.
El presidente de los Antics Blavets, Llorenç Gelabert ha agradecido en su discurso la fidelidad de los participantes, de los colaboradores que participan en toda la organización y preparativos, y su discurso ha sido reivindicativo sobre la correcta gestión de los fondos públicos, el cuidado del medio ambiente , la fraternidad y la solidaridad, entre otros valores tan denostados en la sociedad actual. También ha habido dos reconocimientos, uno para Maria Roscà de Montuïri que, a sus 80 años, lleva cincuenta colaborando con la Pujada; y otro para Bernardí Morey, fundador del grupo que sube cada año desde Esporles.
La Pujada a Lluc a Peu de la Part Forana ha finalizado con una misa y, aunque la lluvia no ha cesado durante la mañana, no ha impedido que miles de mallorquines se hayan calzado las deportivas y hayan cumplido con la tradición.
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