Onofre Ballester en las oficinas de su empresa en Porreres.

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Onofre Ballester es propietario de Avícola Son Perot, la empresa que proyecta una granja avícola de ganadería intensiva en una finca de Sineu y que ha despertado el rechazo general de ciudadanos y entidades públicas y privadas.

El proyecto de granja que ustedes proponen, ¿puede cumplir realmente con la legalidad ambiental y de bienestar animal?
— Por supuesto, el proyecto es viable ambiental y productivamente.

¿Cómo se pueden revocar informaciones científicas que aseguran que la granja podría contaminar acuíferos, entorno o incluso ocasionar pandemias?
—Creo que estas informaciones nacen del desconocimiento. No quiero criticar a nadie pero sí pido que antes de hablar se informen. En cuanto a pandemias es totalmente a la inversa, son los animales que están en libertad que traen las enfermedades a las producciones. En las producciones hay controles continuos. Sería imposible cumplir con los protocolos de producción si no fuera así. Por lo que se refiere a contaminación, por ejemplo, en el tema de acuíferos diré que las explotaciones de este tipo no tocan en ningún momento el terreno natural. Además, nuestros animales a penas consumen agua. Si los vecinos de Sineu no tienen agua, no pueden dar la culpa a las gallinas.

¿Y en cuanto a molestias vecinales? No es la primera vez que una explotación recibe críticas por los olores y otras molestias.
—Ante esto quiero matizar que donde hay una explotación no hay olor. Los olores se dan cuando se esparce abono en la tierra, siempre con la ley en la mano. Nos llenamos la boca de ecologismo y luego nos quejamos del abono natural.

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¿No se esperaban este rechazo?
—Para nada. Como empresario estoy totalmente disgustado. Creía que nuestra empresa podría ser un ejemplo de esfuerzo y nos hemos quedado muy sorprendidos. No entiendo como hay gente que no quiere que Mallorca crezca y tenga soberanía alimentaria. De hecho me ha sorprendo también el término de macrogranja. Acepto explotación intensiva, por supuesto, pero al lado de nuestros competidores de fuera, nuestra granja no es para nada macro. De todas maneras, como he dicho, lo atribuyo a la desinformación.

Sociedad civil, administraciones públicas, entidades e incluso organizaciones agrícolas han mostrado unanimidad...
—Sí, y adelanto que voy a pedir explicaciones. Hay organismos que deben defender el sector primario siempre, no crear controversia. Lo único que buscamos es que nuestro producto se haga aquí. Queremos vender huevos mallorquines hechos en Mallorca, de calidad y a un precio competitivo.

Algunas entidades creen que no se puede considerar su producto km0.
—Según la Ley un huevo que se pone aquí es un huevo local.

¿Y a lo que se refiere a informes desfavorables de la administración?
—No hemos recibido ninguna comunicación oficial al respecto por lo que consideramos las filtraciones totalmente inadecuadas.

¿Confía en que se llegará autorizar su granja ?
— Esperamos que sí. De lo contrario estaríamos matando al sector primario. Estamos dispuestos a consensuar una solución e incluso a diversificar la actividad, pese que esto afecte a nuestra competitividad.