Fusión de tradición y vanguardia

La diversidad de propuestas fue una de las notas dominantes de esta feria que ocupa buena parte del centro del municipio. Así, en el recinto ferial los amantes de los animales pudieron disfrutar de la Mostra Ramadera que este año no pudo contar con ovejas debido a la epidemia de la lengua azul. Por otra parte, otra de las exposiciones más visitadas fue la XLIV Mostra Llucmajorera en el Passeig Jaume III que congregó unos treinta puestos donde se ponía en valor el tejido empresarial y comercial del municipio. Las exposiciones de arte y fotografía reunieron a pintores de diferentes municipios dando la oportunidad a los visitantes de disfrutar de una buena oferta artística.

Señalar también los tenderetes colocados en las calles más céntricas del pueblo que ofrecieron productos de gran variedad, desde ropa y complementos de toda clase hasta artículos de perfumería y decoración. No faltaron tampoco los puestos de comida y de venta de productos mallorquines como sobrasada o quesos.

El buen tiempo acompañó toda la jornada donde las calles estuvieron todo el día abarrotadas de visitantes. La alcaldesa, Xisca Lascolas, expresó su alegría de la buena acogida que este año han tenido las ferias de Llucmajor señalando el esfuerzo de todo el consistorio y, en especial, el área de Fires.

Cabe destacar la tradición de las ferias de Llucmajor que este año han llegado a su 478ª edición. Las de esta edición empezaron el 28 de septiembre con el tradicional pregón pero han contado con tres intensos fines de semana de ferias donde se ha apostado por la diversidad de las propuestas, manteniendo, eso sí, el carácter tradicional de la Darrera Fira.